domingo, 13 de julio de 2008

Verdades como puños, mentiras como pianos ( IV )

1. ¿Es cierto que el actor Kevin Bacon ha vendido una cantidad estimable de discos en EE. UU. y alrededores?

Nuestro veredicto: Pues, aunque por estos lares todo lo que conozcamos sobre actores/cantantes sea gente como Frank Sinatra o Jennifer López, la nómina de estos pluriempleados es realmente escandalosa en los Estados Juntitos. El caso de KevinBacon es realmente paradigmático, puesto que el chico siempre le dio con bastante soltura a la guitarrita y era la atracción principal en las comuniones donde le solían pedir como bis la 'Ramona Pechugona' y otros temas de alegría contumaz. La historia parece tan tópica que podría ser el argumento de una teleserie española cualquiera: el niño Kevin (sin Jesús que valga) parecía tener talento, su hermano mayor Michael, que ya estaba en la fase 'montar un grupo con los colegas', le enseñó a tocar sus primeros acordes (los de 'Hey Jude' de Los Beatles). Después, pasaron los años, Kevin se hizo actor de esos de jolivú, de bastante prestigio y todo, pero seguía teniendo el gusanillo de la canción. Así que llamó a su hermano y formaron los Bacon Brothers bajo el lema: "que un mal apellido no te estropee una carrera en la música”. El dúo, con un estilo que coge de aquí y allá, pero que demuestra una especial querencia por el Country y el Rock sureño de los 60, ha conseguido vender una cantidad notable de discos. Y nosotros con estos pelos.


Bacon BrothersUn poco más a la derecha y al Bacon mayor le eliminan de la portada. Por cierto, en España los hermanos Bardem preparan su debú, el disco llevará el nombre de: "Como mola mi pistola"


Porcentaje de veracidad: tipo "ponga la mano derecha en la biblia y diga cosas". Y si no creen en la labor sabuesa del departamento de investigación de Garajeland (que sepan que han ofendido al señor bajito), aquí tienen pruebas: la web de los Bacon y un vídeo de su gira. Si alguno ha tenido la osadía de pensar en una versión española (sin Cayetana Guillen Cuervo de por medio) de hermanos cantantes y uno de ellos actor, decirles que ya me he adelantado: porque en mis sueños más húmedos aguardo el primer disco de los Lorenzo Brothers, con Francis Lorenzo (ese prócer desactivando bombas en Compañeros) y su hermano José Manuel haciendo rancheras (por poner).


2. ¿Puede que la canción más famosa de Frank Sinatra, ese himno llamado 'My Way' fuera escrito por un par de franceses?


Nuestro veredicto: No se sorprendan. Lo que siempre han creído como cierto, sólo lo es desde un determinado punto de vista. Esta frase (que me salió en una galletita de la suerte) tomará más sentido cuando les diga que el fenomenal himno de victoria española por antonomasia, el 'Que viva España' no está escrito por un hombre que podría echarse una partidita de domino mientras ve el Tour por la tele, sino por holandeses, concretamente por un tal Leo Caerts. No se preocupen, porque la canción sigue diciendo lo mismo en otras lenguas (estamos salvados); Manolo Escobar puede dormir tranquilo. Pero a lo que vamos, ¿cuál es la canción más famosa de Frank Sinatra?, cualquier persona en su sano juicio diría que 'My Way' (entre otras cosas, porque es sobre la única de la que hemos buscado información). Tirando del hilo se puede sacar que, siempre se ha atribuido a Paul Anka la autoría, pero de lo único que se ocupó fue de adaptar la canción del francés original al inglés, dejando por el camino el sentido de la original (un amor desgastado) y convirtiéndolo en un tema de reafirmamiento personal que ríete tú de los libros de autoayuda. La canción original, 'Comme D'Habitude' (Como de Costumbre), fue escrita en 1968 por Claude François y Jaques Revaux y cantada (ya en inglés) por primera vez en 1969. François es un personaje bastante conocido en Francia, una especie de cantante solista que tuvo éxitos adaptando temas americanos y, paradojas de la vida, alcanzó el no-éxito universal con una canción que irá para siempre tatuado a la máquina de karakoe, donde 'My Way' junto con 'Hago chas y aparezco a tu lado', coreografía incluida.


Porcentaje de certeza: tan alto como que el 'Necesita mejorar' de las notas ocultaba mucho más. 'My Way' es una de las autorías más controvertidas de la historia. Normalmente se suele otorgar en exclusiva a Paul Anka, dejando a François y Revaux en el limbo de los autores desconocidos, donde pueden tomarse una cervecita y unos pinchos con el 'negro' del libro de Ana Rosa Quintana. Si en Francia se pusieran las pilas con los derechos de autor como hacen nuestros queridos amigüitos de las SGAE, muchos tendríamos que abonar amablemente unos aurelios cada vez que entonamos en al ducha la cancioncita de marras. 'I dit it my wayyyyyyyyyy' (el gallo suele coincidir con la entrada de champú, que no es Johnson Baby en los ojos).


3. ¿Ryan Adams se ventiló una botella de vino en sólo 5 minutos de concierto?


Nuestro veredicto: Como suele pasar, la fama y los rumores sobrepasan la leyenda de muchos cantantes y grupos. La gente, en su maldad, suele sacar a la luz historias que poco tiene de verídica con el fin de destruir la carrera de un tío sanote y amigo de sus amigos como es nuestro amigo Ryan. Como ya decimos, las malas lenguas, hacen mucho daño. Ryan no se tomó una botella de vino en sólo cinco minutos, no, ¡fueron dos! A su favor hay que decir que utilizaba un vaso para llevar el tintorro de la botella a su gaznate, que si ya hubiera chupado a morro, la cosa hubiera sido terrorífica. El suceso etílico sucedió en Madrid, concretamente el 30 de noviembre de 2002. Ryan Adams daba un concierto en acústico en el que se suponía iba a presentar las canciones de los 524 discos que ya había editado en solitario (a quien no le asuste la incontinencia en el cancionero de Calamaro que pruebe con Ryan Adams, 10 discos en solitario en ocho años de carrera, más singles, colaboraciones y horas de prestación social a la comunidad). En cuanto al concierto, fue único, tanto en su puesta en escena en el Palacio de Congresos como por el personaje que es Ryan. Se presentó con una chaqueta con las solapas levantadas, bufanda y una boina calada a rosca. El buen muchacho no dijo ni una sola palabra en toda la actuación (lo que provocó que muchos le dijeran: “ey, Ryan, mira detrás de ti, hay un mono de tres cabezas” y otras bromas de dudoso gusto gritadas a viva voz entre chato y chato de vino): las chanzas cesaban en cuanto Ryan habría la boca para cantar, porque el tío cantaba que daba gusto. Lo raro es que, aunque las botellas de vino iban y venían, la calidad de la voz del de Jacksonville no descendía, lo cual me lleva a preguntarme: el vino sería en realidad mosto de la marca Pitusa???

Ryan Adams: "vale, la botella va en el contedor verde, pero el tapón, ¿dónde lo meto?"


Porcentaje de Certeza: Lamento informar a los señores de Garajeland que para resolver esta pregunta van a tener que fiarse del abajo firmante, porque Tomás y tal (nótese el uso de la tercera persona) estuvo presente en el Palacio de Congresos aquel día. Lo cual me lleva a pensar en: que ya vamos estando un poco viejunos y que, ahora mismo, tengo un poder que nunca he tenido: el de la confianza del público. Aprovecho la presente para decir unas cuantas verdades que tengo en el tintero: no hay nada peor que una disputa por una linde, si tu padre empieza a pensar en comprarse un sombrero vaquero, algo no funciona y que deberían enviar 10 euros a hombre feliz, calle del...

Vuestro amigo en el tiempo, Tomás Verleín

3 comentarios:

Onanista Sánchez dijo...

Ayer soñé con Scarlett. Te juro que en el sueño intentaba llamarte para que te vinieras con nosotros a tomar unas copas. En el sueño tenía el pelo pelirrojo.

Anónimo dijo...

Yo también estuve ese día y he de añadir un par de cosas:
1. Que no paró de fumar en todo el concierto ("Ryan pasa el pitillo")sin que mermara un ápice su voz.
2. Que actuó de telonero Jesse Malin que no paró de contar anécdotas de su mísera existencia, aunque entre tanto bla bla bla,tuviese tiempo de cantar Queen of the underground. Todo un placer.

Tomás Verléin dijo...

Hola hackerthedog,

Encantado que te pases por aquí. Ciertamente fue un concierto extraño y la gente esta algo soliviantada. Pero un gran concierto sólo si sabías entenderlo.

Lo malo fue la puesta en escena, venías del bueno de Jesse que le faltaba invitarte el domingo a su casa a comer (poca cosa, porque como dices su existencia era algo mísera y su nevera debería parecer el desierto de Gobi) y luego aparecía Ryan, gruñón como los abuelos del Muppets Show. Eso sí, luego se ponía a cantar y todos tragando saliva. Es lo que tiene cantar como Dios, que te debe dar igual ocho que ochenta.

Saludos