Jeff Tweedy: Un tipo muy famoso por ser el básicamente el que da órdenes en Wilco. Algunos seguimos llamándole cariñosamente “el migrañas”, y no es por reírnos de él, ya que con ellas o sin ellas ha escrito canciones tan maravillosas como “Heavy Metal Drummer”. Existen rumores de que su personalidad es algo complicada, en Wilco han ido rodando cabezas salvo la de John Stirratt que tiene pinta de señor amable. Es capaz de saltar a un concierto con la sintonía de Dallas y luciendo un sombrero campero de lo más elegante, a nadie nos extraña porque antes estaba en un grupo que hacía una música campera fabulosa. Ahora hace canciones de muchos minutos con una trasmisión de radio, lo cual no es óbice para que todos y cada uno de los discos de Wilco suenen de maravilla.
Rial, Di Stefano, Puskas y Gento
Jay Farrar: Era amigo de la infancia de Tweedy. Pese a que eran de Chicago sus gustos por el Country clásico les convierte en blanco fácil para niños más fuertes que querían darles de puñetazos hasta que los escorromollaran. Al poco tiempo ya no eran tan amigos y nunca grabaron más juntos. Como suele pasar en estos casos, el capo de los principios se hizo mucho menos famoso que Tweddy, grabando canciones con menos ruiditos que las de Wilco pero no por ello peores (aunque al bueno de Jay le gustaría decir lo mismo de su cuenta corriente). Que se sepa no ha tenido mucho contacto con el resto de individuos que hoy nos ocupa.
Mark Olson: A mediados de los ochenta monta un grupo muy bueno aunque en sus primeros años no lo eran tanto: The Jayhawks. Vive en Minesota, donde hace más frío que en la nevera, dicho lo cual es un amante de la música tradicional americana tirando del Sur para abajo. Durante un tiempo comparte composiciones en los Jayhawks con Gary Louris. Les sale tan bien el asunto que graban algunos de los discos imprescindibles de la música contemporánea. Tiene cara de bueno. Y así lo demostró abandonando durante un tiempo muy largo la música para cuidar a su mujer que estaba malita.
Gary Louris: Ha compartido estudio en algún momento con todos salvo con Jay Farrar. Siempre lleva unas gafas de señora que se baja a desayunar un café con cruasán en un día lluvioso. Nación en Toledo, pero en una ciudad que no tiene tantas cuestas y se encuentra en Ohio. Como Mark Olson también vivía día sí y día también a muchos grados bajo cero. Tanto frío no le gustaba y descubrió el Sur de España, en donde parece que vive tan bien a base de pescaíto frito que no hace canciones tan buenas como antes. Algunos dicen que también tiene un carácter complicadillo, mi opinión es que algo de estrellita si debe de tener, pero da igual porque casi siempre que participa en un disco lo hace para que el resto de músicos parezcan aficionados a su lado.
Ahora pensarán que demonios tienen que ver unos con otros, a que es debido todo este derroche de palabras que no aportan nada, y sobre todo que han hecho estos tipos para que merezcan ser recordados. Esta última pregunta sería más fácil: alegrar a principios de los noventa el panorama musical con los sonidos camperos de antaño y otras melodías igual de satisfactorias.