Vaya por delante empezar con unos cuantos tópicos: Las toallas portuguesas ya no secan como antes, todos los franceses vuelcan camiones de fresas, todas las fábricas de zapatillas están en Toledo, el Bronx es un lugar peligroso, la gente en España va vestida como Curro Jiménez (trabuco no incluido)... Quizás la que concierne al Bronx ha sido desmitificada por unos cuantos programas del tipo “(ponga aquí el gentilicio de su ciudad) por el mundo”, pero a principios de los sesenta es posible que algo de razón tenga tan exagerada afirmación, me explico: Por esos barrios ya de por sí abundaba gente de esa que se te cuela en la panadería o a la que te despistas te quita el radiocasete del coche, si a esto le sumamos una buena cantidad de inmigración, excesivo paro y dejadez de los servicios públicos de la zona, se puede afirmar que la tasa de criminalidad en el vecindario no iba para bien (son cosas que pasan dirán algunos). Este panorama es el de 1964 en Nueva York, y ahí se forman los Bloos Magoos, un grupo cuyo nombre hace menos gracia cuanto más lo escuchas, pero cuyo sonido puede llevarte a un mundo mucho mejor.
En un principio el paquete de Malboro de la foto no iba a tener tanto protagonismo, pero a falta de vender discos cualquier reclamo es bienvenido
Un quinteto que como en todos los inicios de cualquier banda tiene que echar a alguno de sus miembros para que la cosa funcione (aunque eso no es lo que suelen pensar los que se van al paro, que se lo pregunten a Pete Best); normalmente es el batería, y mira por donde aquí se cumple: a John Finnegan le dicen que le sustituye Geoff Daking, y Mike Sposito entra como nuevo guitarrista. Aunque realmente los capos del grupo son los que se mantienen, y ahí siguen el vocalista y teclista Ralph Scala, un guitarrista de diecisiete años a falta de aprobar la química de bachillerato, Emil “Peppi” Thielhem; y el bajista Ronnie Gilbert. Cinco chavales bien arreglados, con finas corbatas, pantalones planchados con la raya al medio y el corte de pelo que popularizaba Brian Jones; pronto empezarían a dejar con cara de asombrosa pasmosidad a todos los presentes que se animaban a asistir a alguno de sus lisérgicos conciertos.
El grupo comienza a ser muy conocido por los antros nocturnos de otro barrio de aupa, ahora conocido como el barrio de ambiente y negocios derivados, el Greenwich Village, en donde empiezan a llamar la atención de discográficas gracias a su sucio sonido garagero mezclado con la creciente psicodelia que tanto se llevaba en esos días. Gracias a un buen consejo el grupo cambia de nombre por el de Blues Magoos y graban su primer single para la neoyorkina compañía Mercury Records: “(We Ain´t Got) Nothing Yet”, ahora convertida en un clásico del garage gracias a su reconocible riff de guitarra, en su momento gozó de gran popularidad en el país que inventó la comida dentro de un ataúd de porexpan, alcanzando el número cinco en ventas. Dicho single se convirtió en preludio de este primer largo, que posee algunas canciones realmente estupendas: a la ya citada “Nothing Yet” se le sumaban orgias psicodélicas pre Velvet como “Tobacco Road” (versión de los imprescindibles Nashville Teens) o “Love Seems Doomed” (El lector observador que vea sus iniciales ya sabrá por donde van los tiros); en algunas como “Queen Of My Nights” el trabajo de Scala en el teclado hace que uno se derrita; el guiño bluesero de “Worried Life Blues” es del todo recomendable, y la versión del “I´ll Go Crazy” de James Brown tendría que ser obligada en la entrada del dentista para disfrutarla más si cabe después del chute de la anestesia.
Por si alguien se lo preguntaba, el disco pasó absolutamente desapercibido para las grandes masas, pese a los esfuerzos del texto de la contraportada que les cita como el grupo más excitante de los últimos años, el que marcaría el camino de los siguientes, el camino de los siguientes de los próximos, etc.; y vaya, en parte acertaron, con motivos es esencial en el garage psicodélico, pero tuvieron tanta suerte como los dos euros por semana que pierdo en el Euromillón (ni una estrella acierto). Por si faltaba algo para convertirlo en un clásico es la estupenda portada con piruletas incluidas, camisa de lunares, y un fondo multicoloreado que hará delicias de los compradores compulsivos de lápices de colores. La psicodeliaaaa va a lleeeeegarrrrrr (perdonen, Fernando Arrabal ronda por mi cabeza).
servidor: megaupload. contraseña: peluquin
>>>Pincha y Rescata la camisa de lunares<<<
9 comentarios:
Llevo mogollón sin oirlos. Nunca me agencié nada de ellos pero tenía muy buen recuerdo. Los oía con Count Five, Remains, etc. Me pongo ya mismo con toda la ilusión del mundo a rescatar mi vieja camisa de lunares. Gracias y abrazo.
Muy buenos los Blues Magoos!
“(We Ain´t Got) Nothing Yet” fue grabada posteriormente por los Quo.
Y mas tarde plagiada por los Purple en Black night.
jijijijiji esto de tener que esperar a dejar de reírme para poder escuchar algo de los temas...
Amigos,en mi opinión en barrios así es más fácil,y tienen de hecho,localizados a los mangantes que en otros de más alta/o alcurina/nivel...donde los ladrones roban más y además se esconden con éxito...El mundo al que traslada la música es mucho mejor que ambos...ya te digo!
Abrazos!!!!!!!
jiijijijiji ahora con photoshop quizás no eliminaran la cajetilla...pero arreglarían para que se leyera..."Fumar mata" en negrita...oh,el enano buceador,cuánto te echo de menos..él sabría poner el mensaje en negrita,darle enlace a una imagen photoshopeada por él mismamente...jiijijijiijiiji
Grupazo que utilizó camisas con lucecitas para promocionarse en sus comienzos...
Hola todos, acabo de tomar mi medicación y estoy a medias facultades de contestaros a todos:
@Wood: Con los Remains sí que los rodeabas bien. Que sepa que si no llego a saber que usted es un tipo con clase no recomendaría la vuelta de las camisas de lunares, yo mismo me probé una y parecía el Moranco delgado imitando a Melody.
@Lagarto King: Sabía de la versión de los Quo y de los Chesterfield Kings en Where The Action Is (estos tienen todo el derecho, claro), pero ni idea de lo de los Purple. De todos modos, hasta que no haga la versión el Príncipe Gitano no la considero un clásico del todo.
@India: No crea, yo los combinaría con risa y un sobre de Peta-zetas, su música empieza a tomar una dimensión muy peculiar. Tiene razón con lo del barrio y su buen ojo para montar un grupo, pero yo vivía en un barrio chungo y lo más que hice fue montar un blog que actualizo a veces por miedo a salir a la calle (es que como El Nota soy pacifista, que si no...).
@India: y no olvide la cursiva, ese botón enigmático del Word. Se le hecha de menos, para que mentir, aprendí con él tanto de medicina como con el doctor Nick Riviera.
@Señor Insustancial: A eso se debe la prematura baja del primer batería? las luces que compraron solo eran para uso interior? consultaré en la internet. La desgracia fue el nombre que se puso el guitarrista tras la disolución del grupo: Peppy Castro. Mala idea hombre.
Un abrazo a todos. Agradecido me hallo.
Ni idea de los Blues Magoos, pero veo que se sentaban codo a codo con The Remains. Menudo entorno de tópicos más bien montado.
Pues un atópico, es que ya escuché el disco y me parece estupendo, ideal para despertar neuronas y video psicodélico donde los haya.
Me han creado adicción.
Saludos.
@Hola Vinti, hay un detalle del video que me encanta: el presentador tapándose los oídos antes de que comience la actuación, me recuerda mucho a mi casa cuando alguien abre la puerta y hay puesto algún disco. Los Remains son palabras mayores, en algún que otro momento intentaremos comentar algo con un entorno de tópicos a la altura del suyo, de hecho esta misma noche me pongo la radio con los partidos de Copa de Europa (formalmente conocida como la Champions).
Un saludo. Agradecido me ando por su comentario.
Amigo psicoterapeuta 61y49: voy a consumir ansiolíticos hasta el día en que cojas de las orejas a los Remains, una de mis grandes debilidades.
Te dejo este enlace: http://woody-jagger.blogspot.com/2008/08/remains-1966-remains.html. Por si quieres echarle un vistazo para que comience la inspiración y puedas evitar que mi adicción a fármacos tranquilizantes me arrastre a situaciones dramáticas. Abrazo.
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