viernes, 30 de agosto de 2013

Grabando canciones de los sesenta, en los ochenta: The Optic Nerve


The Optic Nerve - Lotta Nerve (1994)

De las jornadas de educación sexual impartidas en quinto de EGB recordamos poco, muy poco, o que nos regalaron un preservativo que fue inmediatamente después llenado de agua. De la (minoritaria) escena garagera de los ochenta recordamos bastantes más cosas: el fuzz, los vox, los botines, el Brian Jones style y peluquerías rebosantes de gente pidiendo su peinado (aunque Pepe Oneto estaba tan confundido que acabó de tertuliano y liando a su peluquero)… el sonido de muchos grupos inspirados por el Nuggets, el Pacific Northwest, la invasión británica, etc. De entre todos ellos muy pocos fueron los que cosecharon cierto éxito y se han mantenido regularmente sacando discos y actuando en directo. Más o menos ya sabrán quienes son. En cambio, muchísimos fueron los que quedaron más olvidados y tuvieron que verse forzados a abandonar con una producción musical más escasa de lo que merecía. Sin duda alguna, mis favoritos entre este último y desafortunado grupo están los neoyorkinos The Optic Nerve, a los que escucho incluso con mucha más regularidad que alguna de las “estrellas” “consagradas” (vayan añadiendo todas las palabras con comillas que vean oportunas) de la escena.

"Así que lo que quiero es que en verano cuando salga de vacaciones me reguéis los geranios"

Si por algo me conquistan los Optic Nerve no es porque tengan nombre de una parte que sale del globo ocular, sino por una propuesta musical opuesta a la mayoría de grupos de garage, facturando canciones que encajarían en un disco de Gene Clark o los Byrds, de un Dylan inocente si alguna vez existió un Dylan inocente, del primer disco de los Stones queriendo ser los Beatles, en definitiva muchas cosas que nos gustan demasiado por estos lares. El principal responsable del grupo y por tanto el encargado de pagar más litros de Mahou para llevar a los ensayos es Bobby Belfiore. Si a algunos grupos ochenteros se les conoce por ser one hit wonder, a Bobby Belfiore se le podría llamar one man wonder, a secas, pues es prácticamente el único responsable de las composiciones, cantar, guitarra y esporádicamente bajo. Rodeado de músicos a tiempo parcial para las grabaciones y los escasos directos en tres años de vida del grupo destacan entre ellos varios miembros de los Fuzztones y muy especialmente Tony Matura, con activa participación al devenir del grupo colando guitarras, voces e incluso alguna composición.

Ojo, que ser un grupo de culto no impide tener una misteriosa groupie en tus conciertos

Tristemente, su material primigenio sólo fue de un par de 45 rpm de tres canciones cada uno para el sello Cryptovision, subsanada esta escasez con el paso de los años gracias al disco Forever And Day y al recopilatorio que nos ocupa, cortesía (esta vez cortesía, porque pagar por este disco no debería ser considerado una transacción de pago) de GET Hip Records. Obviaremos que el disco son dichos singles y algunas canciones rescatadas para tratarlo como un LP con todas las de la ley, pues al menos a mí, su escucha me produce las mismas sensaciones que un buen LP (por emplear la jerga al uso). Las canciones retrotraen a algún verano del 65 o el 66 (no se preocupen, si hacía calor, los niños y las personas mayores, como grupos de riesgo, tendrían que beber mucha agua). Abriendo con una joya de glorioso inicio Rickenbacker, nadie pensaría que “Ain´t That a Man” es una canción del año 86.  “Mayfair” es otra canción de pureza exquisita, voces y coros que harían rescatar en una nueva moda a los cuartetos vocales para facturar otra fina melodía que evoca tiempos musicales mejores. “Happy Ever After”, otra de mis favoritas, de suave psicodelia como si hubieran grabado con los Byrds justo antes de Fifth Dimension. “Leaving Yesterday Behind” sería un single del Nuggets si se hubiera publicado antes. “Same Way Too” es purito Gene Clark, no me sorprendería escucharla en su disco con los Gosdin Brothers. “Kiss Her Goodbye” retoma el suave pop melódico, me recuerda un poco a Emitt Rhodes. De entre las canciones que vieron la luz gracias a este recopilatorio destaco “What´s She Tryin´ To Do”, de sonido merseybeat y “What's Been Missin'” otra canción de indudable calidad, himno pop diríamos en nuestro afán por entregarnos al drama, la comedia y la gramática.

Foto promocional de un grupo. El concepto es estar sentados (o apoyados), uno de pie (por aquello de romper estética) y que alguien lleve gafas de sol

No dejen escapar este disco o algunos de sus singles si se cruzan en su camino, le harán disfrutar del verano, del otoño, de otras estaciones meteorológicas, del sol, del olor de un árbol, de un buen chuletón y en general de todas las cosas buenas que se le puedan ocurrir. Todo ello gracias a la pasión con la que The Optic Nerve buscaron evocar (o incluso mejorar) con gran entusiasmo y acertado sonido tiempos donde la melodía era el factor diferencial en la música.

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martes, 13 de agosto de 2013

Un triunvirato, un disco y la ciudad de Nueva York

NUDE BEACH - II (2012)

Nota personal relativa al texto y que explica muchas cosas
(lo de la Relatividad, por ejemplo, no)
Creo que fueron alrededor de 10 minutos. Puede que fuera menos, pero estoy seguro que la decisión no se alargó más del tiempo referido. Por si no lo han notado estoy hablando de la decisión de compra más rápida que he tenido en mucho tiempo, un acto de desenfreno y manirrotismo que me excluye de la tercera parte de Wall Street. Aunque claro también les puedo estar hablando de la vez que convencieron para ver Cara a Cara en el cine y el horror mayúsculo que sufrí con la experiencia. En ese caso el tiempo de reacción puede variar de minutos a segundos y la recuperación de meses a años, con terribles secuelas y terrores nocturnos de por medio.
Dicen que la actuación de los Beatles en el show de Ed Sullivan consiguió un hecho sin precedentes en la historia: que el Cadillac de la familia media americana empezara a pasar las noches a la intemperie. ¿La razón? Que unos jovenzuelos con incipiente melena invadieran su espacio vital para poner juntos unos amplificadores, una batería destartalada, un montón de actitud y comenzaran a dar guitarrazos por doquier. Parece exagerado decir que los Beatles crearon gran parte de la música americana de los sesentas, pero nosotros somos muy dados a la exageración y los bochinches, no en vano seguimos fieles a los estilismos de Paco Clavel después de tanto tiempo. Por cierto, no está mal recordar que en Seattle – una de las cunas del garaje americano- llueve de media unos 300 días al año, así que perdimos muchas pinturas metalizadas de coches, pero por el camino ganamos unos cuantos grupos que nos han hecho la vida mucho mejor.

Uno tiene un montón de cosas que decir de esta foto hasta que ve el estilismo del baterista y se le olvidan de golpe


Probablemente los padres de estos tres mozalbetes de Nueva York no eran ni bocetos de progenitores en 1964, pero Nude Beach sigue ese mismo espíritu, el de coger una guitarra por ver qué pasa, el que mete en el mismo saco a Little Richard, el Country y las guitarras de doce cuerdas y los mezcla a punto de sal. El que nos hace asentir la cabeza cuando pagamos una millonada por un single no reeditado con la portada en ruso; ese con el que nos entenderíamos en una charla de tú a tú. Cuando hablamos del espíritu nos referimos a esa necesidad de sacar adelante melodías infecciosas, ese “míreme a los ojitos” instrumental que nos vuelve locos y que normalmente va asociado a las buenas canciones, esas de las que Nude Beach tiene a montones.


Y como no podía ser de otra manera, comenzamos con la razón misma de que exista la música que conocemos hoy: la "Radio", Chuck Betz, a la sazón guitarrista y cantante principal, guía la canción hasta mostrarnos todo lo que vamos a disfrutar en el disco en poco menos de 2 minutos. "Walking Down my Street" nos introduce de lleno en el imaginario del señor Petty y su banda y nos recuerda que un One Hit Wonder también puede estar dentro de un gran álbum. Segunda canción y, de nuevo, el grupo dice mucho en poco tiempo: el tema no llega a los 3 minutos. Algo así como la explicación que tenías que dar en casa cuando llegabas seriamente perjudicado por el alcohol. Podías haber dado un discurso antológico lleno de citas apócrifas de Wiston Churchill. Podías haberlo hecho, pero a veces es mejor decir que simplemente que te ha sentado mal el perrito.

El disco a estas alturas nos ha atrapado hasta límites insospechados y ese efecto no va a ir a menos “Some Kinda Love”, una canción muy cerebral que funciona directamente donde el cerebro reside: un poco más abajo del ombligo. Imposible no contagiarse del pulso punk que imprimen el señor de los rizos y los sus dos adlátares. ¿Alguien dijo The Exploding Hearts?


"¿El premio? Pues para tapar unos agujeros y el resto para caprichos"

Al contrario que Homer en el Holandés Frito, aquí sí que tenemos todo lo que nos den y toca darse un respiro tirando de nuevo de las mejores enseñanzas  del amigo Petty con “You make it So Easy” que funciona como pequeño asueto dentro de la urgencia de los anteriores temas. Todo suena en su sitio: los pequeños solos de guitarra, la perfecta comunión del bajo y la batería, la alarma antincendios de la casa (un momento…).  “Keep It Cool" sigue senderos parecidos, de nuevo las dinámicas son importantes, marcadas a fuego por la voz de Chuck que nos trae lo mejor de la tradición del cancionero americano: esa guitarras que pueden recordar tanto a Robbie Robertson como a los mejores momentos del Soul americano en un par de notas.

Tampoco les vamos a engañar más de lo debido (aunque puede que este plan quinquenal de publicaciones que nos traemos entre manos lo hayamos conseguido), Nude Beach guarda muchas similitudes con The Exploding Hearts (hay premio si los mencionamos otra vez), The Reigning Sound, The Jam, Tom Petty... Cimientos suficientes para que en este perezoso blog hagamos un par de armarios de ladrillo visto en el que caben ampliamente dos sombreros. Eso es lo que nos dan ganas  "Cathedral Echoes" o "Don’t Have to Try" donde parece que los chicos de la playa donde no te tapas el pizarrín (traducción sugerida por el traductor de Google) sacan lo mejor de su repertorio con el objetivo de dejarnos sin fuelle en el primer tema y demostrar que incluso pueden batallar como crooners de postín sin tener que renunciar a su estilo característico. Si tienen opción de poner la luz de su casa en modo íntimo (vale desde la toalla para tapar la lámpara hasta no pagar la factura durante un par de meses, aunque este modo es considerado por los expertos como de “extrema intimidad”), háganlo.

Para la traca final, Nude Beachtiene preparado dos buenas muestras de lo que son capaces de hacer: “The Endless Night” empieza como la perfecta canción de pop: la perfecta canción de pop que siempre empieza con un redoble de batería para ir ganando confianza y se completa con una melodía de voz tremenda que nos conduce hasta un crescendo energético que impresiona de verdad (recuerden, segundo disco de esas criaturas). Para rematar, "Loser In the Game" que por momentos mira de tú a tú a Strange Boys y a ese estilo suyo imposible de definir: entre una canción acelerada con el freno puesto con rastro perenne de los Beatles, the La’s...


Nude Beach + images". Reconozco que la búsqueda de fotos en Google ha sido más divertida de lo normal...

Nosotros lo tenemos claro: si Nude Beach tuviera intenciones políticas, empezarían por intentar conquistar el mundo y luego ya irían viendo cómo va la cosa. Su segundo disco suena a declaración de intenciones: nos gusta el rock, la melodía y Tom Petty. Con ese triunvirato poca queja podemos tener. En realidad, ponemos la alfombra roja, abrimos la muralla y los recibimos con una reverencia. Todas las metáforas no son suficientes así que tiramos por la calle de en medio: esta gente mola, y mucho. 

^^Pincha & fuera los ropajes^^


Vuestro amigo en el tiempo, Tomás Verlein. 
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