jueves, 24 de julio de 2008

El gran homenaje musical al consumismo



The Who - The Who Sell Out (1967)


¿Cansado de que tu olor corporal te impida el nombramiento como empleado del mes? ¿Harto de que esos incómodos granos juveniles te impidan ligar? ¿No puedes hacer otra cosa que chillar y salir corriendo cuando escuchas los cuarenta principales? Hasta hace poco, todos pensábamos que 1967 era el año de Sgt. Pepper, pero gracias al original y revolucionario sistema patentado de los Who, todos los problemas van a acabar escuchando el Sell Out.


Mediante el genial talento compositivo de Pete Townshend, podrás escuchar tantos chascarrillos como quieras de la estación de radio pirata Radio London, ficticia emisora, parida por las siempre activas neuronas de Townshend. Pincha el vinilo y podrás chotearte de todo la cultura hippie mientras degustas unas judías con tomate Heinz en “Heinz Baked Beans”, el importante tema de la masturbación en “Marie Anne With The Shaky Hand”, o el efecto de una persona bien aseada en “Odorono”. Aprovecha el sonido de las seis cuerdas de Pete para el único single del álbum en “I Can See For Miles”, posteriormente iluminado por la sabiduría hindú de Meher Baba que le regaló una pulsera anti dolor de espalda.



¿Una pulsera mágica y fea por 60 euros? Mentiría si dejera que la quise


El disco es perfectamente apto para cualquiera de tus actividades diarias; ya sea viendo la televisión, trabajando, utilizando el Jet Extender o simplemente mientras descansas. Seguro que el álbum entero no te defrauda; pero si piensas que no está hecho para detallistas como tú, simplemente disfruta del bajo quebrantahuesos de John Entwistle, siempre presente en el disco con una suavidad sonora solo al alcance de una Butterfly Pillow. No acaba ahí la cosa para el fabuloso bajista, composiciones como “Silas Stingy” o “Someone´s Coming” justifican de sobra la compra de este producto.


Otros álbumes nunca habían solucionado del todo el problema de que las canciones parecían deslavazadas, para evitar este sufrimiento se comercializaron sin éxito las Pinzas Anti-dolor Lasvi, que con la imagen de Jesús Puente nunca pudieron con la genialidad a la batería de Keith Moon, un baterista imprevisible, creado en los laboratorios más importantes del Reino Unido, haciendo un disco altamente resistente a un ataque alemán; con el que podrás cortar sin problema una bota de cuero, una lata de cerveza de medio litro o un bloque de acero.



"Pagamos con la tarjeta de compra de El Corte Inglés y nos regalaron ropa de juglar con chorreras"


¿Eres de los que piensas que el Sell Out no puede ofrecer nada más? Roger Daltrey te dejará boquiabierto con sus prestaciones vocales, hasta ahora insuperables en “Tatoo”, el inicio para los viajes operísticos de los Who de “Rael”, o una poderosa voz en “I Can´t Reach You”. Al servicio de Daltrey, Townshend, Moon y Entwistle se han puesto estudios de grabación con las más altas calidades, como los IBC, Kingsway, De Lane Lea en Londres, o los Columbia Studios en Los Angeles; en los cuales se ha dado forma a la obra más psicodélica y divertida del grupo, donde el Rock convive con el mejor Pop y Powerpop.


Si llama ahora, a la interesante oferta ofrecida por el grupo londinense, recibirá sin coste alguno un buen puñado de extras: la citada obra de Entwistle, “Someone´s Coming”; la segunda parte la opera “Rael” y canciones tan interesantes como “Jaguar” o “Melancholia”. Consígalo y disfrute de un álbum genial mientras la cinta abdominal vibra sin descanso y el fabuloso purificador de agua transforma agua del grifo en Solán de Cabras. Irrepetible.


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domingo, 13 de julio de 2008

Verdades como puños, mentiras como pianos ( IV )

1. ¿Es cierto que el actor Kevin Bacon ha vendido una cantidad estimable de discos en EE. UU. y alrededores?

Nuestro veredicto: Pues, aunque por estos lares todo lo que conozcamos sobre actores/cantantes sea gente como Frank Sinatra o Jennifer López, la nómina de estos pluriempleados es realmente escandalosa en los Estados Juntitos. El caso de KevinBacon es realmente paradigmático, puesto que el chico siempre le dio con bastante soltura a la guitarrita y era la atracción principal en las comuniones donde le solían pedir como bis la 'Ramona Pechugona' y otros temas de alegría contumaz. La historia parece tan tópica que podría ser el argumento de una teleserie española cualquiera: el niño Kevin (sin Jesús que valga) parecía tener talento, su hermano mayor Michael, que ya estaba en la fase 'montar un grupo con los colegas', le enseñó a tocar sus primeros acordes (los de 'Hey Jude' de Los Beatles). Después, pasaron los años, Kevin se hizo actor de esos de jolivú, de bastante prestigio y todo, pero seguía teniendo el gusanillo de la canción. Así que llamó a su hermano y formaron los Bacon Brothers bajo el lema: "que un mal apellido no te estropee una carrera en la música”. El dúo, con un estilo que coge de aquí y allá, pero que demuestra una especial querencia por el Country y el Rock sureño de los 60, ha conseguido vender una cantidad notable de discos. Y nosotros con estos pelos.


Bacon BrothersUn poco más a la derecha y al Bacon mayor le eliminan de la portada. Por cierto, en España los hermanos Bardem preparan su debú, el disco llevará el nombre de: "Como mola mi pistola"


Porcentaje de veracidad: tipo "ponga la mano derecha en la biblia y diga cosas". Y si no creen en la labor sabuesa del departamento de investigación de Garajeland (que sepan que han ofendido al señor bajito), aquí tienen pruebas: la web de los Bacon y un vídeo de su gira. Si alguno ha tenido la osadía de pensar en una versión española (sin Cayetana Guillen Cuervo de por medio) de hermanos cantantes y uno de ellos actor, decirles que ya me he adelantado: porque en mis sueños más húmedos aguardo el primer disco de los Lorenzo Brothers, con Francis Lorenzo (ese prócer desactivando bombas en Compañeros) y su hermano José Manuel haciendo rancheras (por poner).


2. ¿Puede que la canción más famosa de Frank Sinatra, ese himno llamado 'My Way' fuera escrito por un par de franceses?


Nuestro veredicto: No se sorprendan. Lo que siempre han creído como cierto, sólo lo es desde un determinado punto de vista. Esta frase (que me salió en una galletita de la suerte) tomará más sentido cuando les diga que el fenomenal himno de victoria española por antonomasia, el 'Que viva España' no está escrito por un hombre que podría echarse una partidita de domino mientras ve el Tour por la tele, sino por holandeses, concretamente por un tal Leo Caerts. No se preocupen, porque la canción sigue diciendo lo mismo en otras lenguas (estamos salvados); Manolo Escobar puede dormir tranquilo. Pero a lo que vamos, ¿cuál es la canción más famosa de Frank Sinatra?, cualquier persona en su sano juicio diría que 'My Way' (entre otras cosas, porque es sobre la única de la que hemos buscado información). Tirando del hilo se puede sacar que, siempre se ha atribuido a Paul Anka la autoría, pero de lo único que se ocupó fue de adaptar la canción del francés original al inglés, dejando por el camino el sentido de la original (un amor desgastado) y convirtiéndolo en un tema de reafirmamiento personal que ríete tú de los libros de autoayuda. La canción original, 'Comme D'Habitude' (Como de Costumbre), fue escrita en 1968 por Claude François y Jaques Revaux y cantada (ya en inglés) por primera vez en 1969. François es un personaje bastante conocido en Francia, una especie de cantante solista que tuvo éxitos adaptando temas americanos y, paradojas de la vida, alcanzó el no-éxito universal con una canción que irá para siempre tatuado a la máquina de karakoe, donde 'My Way' junto con 'Hago chas y aparezco a tu lado', coreografía incluida.


Porcentaje de certeza: tan alto como que el 'Necesita mejorar' de las notas ocultaba mucho más. 'My Way' es una de las autorías más controvertidas de la historia. Normalmente se suele otorgar en exclusiva a Paul Anka, dejando a François y Revaux en el limbo de los autores desconocidos, donde pueden tomarse una cervecita y unos pinchos con el 'negro' del libro de Ana Rosa Quintana. Si en Francia se pusieran las pilas con los derechos de autor como hacen nuestros queridos amigüitos de las SGAE, muchos tendríamos que abonar amablemente unos aurelios cada vez que entonamos en al ducha la cancioncita de marras. 'I dit it my wayyyyyyyyyy' (el gallo suele coincidir con la entrada de champú, que no es Johnson Baby en los ojos).


3. ¿Ryan Adams se ventiló una botella de vino en sólo 5 minutos de concierto?


Nuestro veredicto: Como suele pasar, la fama y los rumores sobrepasan la leyenda de muchos cantantes y grupos. La gente, en su maldad, suele sacar a la luz historias que poco tiene de verídica con el fin de destruir la carrera de un tío sanote y amigo de sus amigos como es nuestro amigo Ryan. Como ya decimos, las malas lenguas, hacen mucho daño. Ryan no se tomó una botella de vino en sólo cinco minutos, no, ¡fueron dos! A su favor hay que decir que utilizaba un vaso para llevar el tintorro de la botella a su gaznate, que si ya hubiera chupado a morro, la cosa hubiera sido terrorífica. El suceso etílico sucedió en Madrid, concretamente el 30 de noviembre de 2002. Ryan Adams daba un concierto en acústico en el que se suponía iba a presentar las canciones de los 524 discos que ya había editado en solitario (a quien no le asuste la incontinencia en el cancionero de Calamaro que pruebe con Ryan Adams, 10 discos en solitario en ocho años de carrera, más singles, colaboraciones y horas de prestación social a la comunidad). En cuanto al concierto, fue único, tanto en su puesta en escena en el Palacio de Congresos como por el personaje que es Ryan. Se presentó con una chaqueta con las solapas levantadas, bufanda y una boina calada a rosca. El buen muchacho no dijo ni una sola palabra en toda la actuación (lo que provocó que muchos le dijeran: “ey, Ryan, mira detrás de ti, hay un mono de tres cabezas” y otras bromas de dudoso gusto gritadas a viva voz entre chato y chato de vino): las chanzas cesaban en cuanto Ryan habría la boca para cantar, porque el tío cantaba que daba gusto. Lo raro es que, aunque las botellas de vino iban y venían, la calidad de la voz del de Jacksonville no descendía, lo cual me lleva a preguntarme: el vino sería en realidad mosto de la marca Pitusa???

Ryan Adams: "vale, la botella va en el contedor verde, pero el tapón, ¿dónde lo meto?"


Porcentaje de Certeza: Lamento informar a los señores de Garajeland que para resolver esta pregunta van a tener que fiarse del abajo firmante, porque Tomás y tal (nótese el uso de la tercera persona) estuvo presente en el Palacio de Congresos aquel día. Lo cual me lleva a pensar en: que ya vamos estando un poco viejunos y que, ahora mismo, tengo un poder que nunca he tenido: el de la confianza del público. Aprovecho la presente para decir unas cuantas verdades que tengo en el tintero: no hay nada peor que una disputa por una linde, si tu padre empieza a pensar en comprarse un sombrero vaquero, algo no funciona y que deberían enviar 10 euros a hombre feliz, calle del...

Vuestro amigo en el tiempo, Tomás Verleín
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viernes, 11 de julio de 2008

Un pionero en la provocación

Hank Ballard


Después de unas cuantas piruetas, tirabuzones, insustancialidades y demás, volvemos a explorar esos terrenos por los cuales estamos apuntados en las listas del INEM, no hablamos de otra cosa que de música (ya era hora, pensarán algunos). La historieta de hoy la dedicaremos al fino y guaperas de Hank Ballard, escultor de la primitiva provocación rockera que años más tarde tendría divirtiendo a medio mundo musical y filo comunista.


La historia biografica de Henry “Hank” Ballard comienza en Alabama en 1936, estado desde el que Forrest Gump comienza a correr de costa a costa intentando localizar la llegada a nado de David Meca. Pronto, su familia decide buscar trabajo en la pujante industria automovilística de Detroit, donde el tito Herbito se convertiría en el hermano rico de la familia Simpson. Los primeros gorgoritos los realizaría en el operación triunfo de los años cuarenta, la iglesia, donde se une al coro del barrio pero con unas influencias algo distantes del buen hacer católico, su inspiración no se encontraba en el eco de la iglesia, sino en los cantantes de Blues y Country que azotan con cuentagotas las entrañas de muchos músicos. Es por esta época, en la que el Blues y el Rythm & Blues comienzan a venderse, y su estilo empieza a ser conocido por el público, aunque no sea gracias a los programas de radio, que miran hacia otro lado escondiendo los vinilos con llave, pensando que Satán estaba metido en la aguja de las grabaciones.


Ballard y los Midnighters reclamando la devolución de canon digital


El primer paso hacia el mundo musical lo hace con los Royals, grupo de Doo Wop, al que en 1952 le inca el diente Johnny Otis (una mezcla americana de Tony Aguilar o Julián Ruíz; un conocido productor de la época, cazatalentos, dj, compositor, cocinilla o residente del salón de la fama) que les aplica un ritmo febril y sexual que no hace más que aumentar el odio de los locutores de radio hacia las canciones de R&B y sus provocativos bailes sexuales chocando traseros los unos con los otros. Metidos de llenos en los cincuenta, el ritmo de Detroit empieza a latir al ritmo de Ballard y al fundador de la república democrática de la Motown, Berry Gordy; no obstante, Florence, la prima de Hank Ballard llegaría a ser una de las Supremes, algo que no podemos decir la mayoría de los mortales sobre nuestros primos. Para la primera grabación en el sello Federal Records, eligen el tema “Get It”, que se cuela en el Top Ten de R&B en el año 1953, todo gracias al boca a boca, pero el verdadero hit que rompe con la pana (y con el grupo, que ahora se llaman los Midnighters) es el “Work With Me Annie”, chica con la que según la letra forjan una gran amistad, como se puede leer a continuación: “hazlo conmigo”, “dame toda la carne” y algún que otro “ooooh oooooh good” que dejaría a todo oyente agitando sus pies y manos en la pista. Que cada cual saque sus propias conclusiones al respecto sobre el tema de la canción, nuestra interpretación es que quiere realizar la jornada laboral de 65 horas con la susodicha chica mientras hacen un descanso y comen un buen chuletón en un Don Solomillón.


Al carro de Annie se empezarían a subir un buen número de artistas, y Ballard aprovecha para realizar unas cuantas secuelas de las andanzas de esta chica a la que mi abuela reformaría como es debido, “Annie's Aunt Fanny”, "Annie Had a Baby" (no creo que le extrañe a nadie), otros temas sexuales como “Sexy Ways”, o la ambigua y no carente de muchas interpretaciones para mentes perversas como el “Open Your Back Door”. Huelga decir que después de esta cantidad ingente de calentones le crean una buena reputación al guaperas del tupé, que crece en ventas al ritmo de una peli porno.

madres del mundo, detrás de esa apariencia de buen muchacho salía con chicas a las que luego no llamaba


Como en toda historia feliz, siempre hay una parte mala, ya pasó en Médico de Familia con la muerte de Marcial o con el estado de coma del Fary mientras negociaba su contrato en Menudo es mi Padre, para Hank Ballard sucede después de todos estos éxitos y calumnias sobre Annie, tres años y medio en el que él y los Midnighters no consiguen ningún éxito y poco a poco se van puliendo los dineros acumulados hasta quedarse sin los billetes del Monopoly. Años más tarde Ballard se refirió a la pérdida de su fama y dinero como una buena forma de no haber caído enganchado de alguna droga. Toda esta convulsión termina con la desaparición de los originales Midnighters, y Ballard se refugia en una canción que le saque del programa de “Que Pasó con…”, la canción no es otra que “The Twist”, que se publicaría como cara B, con un éxito muy moderado y que terminaría viendo como Chubby Checker la lleva al número uno en las listas americanas, dejando a la impoluta sociedad estadounidense moviendo los culetes como un ventilador de dos direcciones y creando un estilo de baile con el mismo nombre que la canción, una nueva corrupción por parte de Ballard a la sociedad.


Este último paso de finales de los cincuenta a principios de los sesenta ya no son una campo fértil para la innovación del R&B, y mientras Ballard ve como sus canciones se hacen más famosas sin estar en su propia voz, las bases del Doo Wop ya están asentadas y su música empieza a no ser pionera como años atrás. Los Midnighters ya no le acompañan en sus discos pero sigue dejando pinceladas hasta finales de los sesenta como el “Let's Go, Let's Go, Let's Go”, “Finger Poppin' Time”, “Do You Know How To Twist” o “The Continental Walk”. James Brown siempre admitió que Ballard fue un gran influencia (no lo dice un cualquiera) y siempre intentó reflotar su carrera, uniéndose a él en algún concierto o fichándole para su propio sello. Desde luego los mejores años para la agitación de Hank Ballard estuvieron en los cincuenta, pero siempre será recordado como un verdadero pionero, un tipo original que sacó los colores a buena parte de la moral americana y que su combinación de Blues, Gospel y Rock ´N Roll le adelantaría muchísimo a su tiempo, dejando un buen camino para que ahora nos escandalicemos mientras el MTV emite contenido cárnico aderezado con mensajes SMS.


Aquí un enlace al youtube para escuchar la versión original del Twist.


Actualización del Cha-cha-twist a cargo de los infalibles Detroit Cobras.


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