miércoles, 24 de junio de 2009

El Punk, el Pop y Canadá existen



Tranzmitors - Tranzmitors (2007)



Si usted navega por la internet y escribe en “ese conocido buscador” cualquier palabra con sentido o sin él, concatenando idiomas que uno no es capaz de escuchar ni en los camerinos de Eurovisión seguramente encuentre muchísima más información (donde va a parar) que anotando la palabra Tranzmitors. Un resultado nada halagüeño para empezar a escribir algo sobre este grupo canadiense. Después de mucho pensarlo y estar a punto de rendirme ante la falta de conocimientos pensé en reescribir la historia e inventarme absolutamente todo, lo cual no sería justo para los chavales de primero de la ESO que tuvieran que entregar un trabajo sobre ellos. Finalmente llegué a la conclusión de que la televisión arruinó cualquier vestigio de imaginación para algunos de mi generación y que no me quedaría otro remedio que resumir lo poco leído para goce y disfrute de nuestros queridos lectores o curiosos referentes a este grupo.


Apostaría mis roñosas monedas (pocas) a que las que tengan en sus bolsillos les ha dado lustro algún club de St Jame´s



Los Tranzmitors proceden de esas extensas tierras cuya vecindad con las gentes de los Statesses hace que sus camisas de leñadores y centros comerciales sean el motivo de burla como los son para nosotros los portugueses y sus toallas... o como lo somos nosotros mismos para con el resto de civilizaciones. Aunque muchos no lo crean la escena musical de Vancouver, cercanía o no con el querido Northwest yanki, es mucho más activa que la de Buitrago del Lozoya (por poner un ejemplo al uso), y a diferencia de nuestros amigos de la sierra norte, en esta se apuesta por grupos tremendamente enérgicos y juguetones, e incluso alguno más pastiche como Michael Bublé (alias Michael “Chiclé”). Los seguidores más sibaritas del punk sabrán que es justamente en Vancouver donde se forjaron algunos de sus orgullos punk como los Pointed Sticks, los Bum o los Smugglers; precisamente de estos “contrabandistas” procede el teclista Jarrod O'Dell. Otros grupos de la ciudad como los New Town Animals o The Strike también quedan representados y reunidos en algún momento a principios de este nuestro siglo por los premios Buen Tipo, que cada año concede la Academia Musical Popular No Lucrativa Canadiense (AMPNLC). Bryce Dunn, Jeffie McCloy, Nick Thomas y Mike Flintoff dan fe de su experiencia en tan creativo encuentro de cultura popular y se quedan como la definitiva formación de Tranzmitors.

Para su disco de debut se calzan los trajes mod y un cierto aire de chicos de buena familia afincados en Wilton Crescent Street, ante la negativa de estos muchachos a componer el himno de la selección española de furgol se enfrentaron al duro compromiso de emular la época de los Jam y los años dorados de la imprescindible música del sello Stiff Records. Es precisamente el gran sello inglés el que se fija en ellos y ven la posibilidad de aunar algunos de los grandes sonidos que le hizo ser abanderado de las primeras grabaciones de Punk en Inglaterra a mediados de los setenta, el sonido de la Nueva Ola y un inconfundible diseño gráfico. Dicha discográfica, proporciona al grupo un envoltorio de tan característico esbozo gráfico y la oportunidad de editar las canciones que hoy han llegado a nuestros tímpanos. El resultado no podría ser más acertado, el Punk y el Pop corren por las venas del surco vinílico como si fueran canciones recién sacadas de aquellos frescos años en lo que a creatividad se refiere.

Les recomiendo que no dejen de escuchar a los tranzmitors o lean “Ethan, el Canadiense”, tal vez el mejor libro sobre la organización social de los canadienses.


Si nadie me cree al menos prueben a escucharlo, canciones como “Plastic Genocide” y “Do I Really Wanna Know” o un trallazo como “Is Your Head Hollow” bien merecen una pasada por la cara amable del Punk-Pop (la oscura es la de los grupos musicales de ex jugadores merengues). Otras como “Teen Man”, “Alma Blackwell” o “Everyone Wants to Lose Control” trasladan el sonido a finales de los setenta donde la New Wave empezaba a dar sus primeros coletazos gracias en gran medida a los alumnos de Stiff: Nick Lowe, Elvis Costello e Ian Dury y sus Blockheads. Quizás el tiempo no les siente bien a las inmediatas composiciones de estos cinco vancuveritas, pero a día de hoy son un buen retazo de diversión, casi tanto como mezclar unos litris veraniegos mientras contemplas el devenir de tus compañeros de barrio, cada vez más viejunos y hechos polvo de lo que jamás lo estaría alguien que se sigue calzando unas zapatillas Landia.

contraseña: peluquin
Ante la falta de videos dejamos una actuación de Nick Lowe y el clásico primer single de Stiff Records: So It Goes


2 comentarios:

Beers for Punks dijo...

grupazo los tranzmitors!
quizas no inventen nada, pero ni falta que hace! necesitamos más grupos así!!!

curioso el comentario que hace:
"Quizás el tiempo no les siente bien a las inmediatas composiciones de estos cinco vancuveritas"
supongo que los amantes de estos sonidos siempre volvemos a los clásicos, y no solemos tener gran aprecio por las bandas revivalistas debido a nuestro ego elitista.... joder que me lio!
saludos!!

61 y 49 dijo...

Hola Javiercrasher, perdón por el retraso.

Ahora mismo te doy la razón en todo (apurando hasta si me dice que ha sufrido un recién descubierto sentido por Billy Idol).

Respecto al comentario que cita, diré que mi escepticismo de todo a cien me hace dejar frases así. La verdad es que el grupo me gusta y de momento el tiempo les sienta bien (revivalismo sí, si se hace con estilo y frescura). Y no se lía tanto como cree, si nos engañan y nos dicen que un vinilo es del 77 seguro que somos mucho más felices.

Un abrazo, y gracias por la opinión.