The Rolling Stones - Sway (1971)
Al rebufo de la llegada de las rebajas (con esas imágenes tan bonitas y humanas de toneladas de gente apiñadas frente a la puerta de algunos centros comerciales), damos salida a esta nueva sección que intentan hacer justicia a esas canciones que pasaron desapercibidas en su momento debido al impacto súbito de otra que le precedía o antecedía en el orden de canciones del LP y que, normalmente, sólo conseguían el efecto contrario que los desfiles de Victoria's Secret provocan en mí.
Sabido esto, Garajeland, combatiendo las injusticias desde hace cinco minutos, toma en su mano la antorcha que suele portar Moe en los tumultos y se compromete a poner en su sitio a estas canciones, haciendo más por ellas que esa versión del patito feo que acaba con el bicho convertido en cisne y ajusticiando al resto de los patos (perdonen sólo vi la versión Tarantiniana de la historia). Por supuesto, esta sección está abierta de piernas a cualquier tipo de sugerencia, para ello puede utilizar desde los comentarios hasta mandarnos un correo electrónico al señor 61&49, a mí o a ambos, ya que estamos trabajando en la fusión, como Goku y Vegeta.
Dicho lo cual. Vayamos con el tema en cuestión.
Siendo honestos, aparecer detrás del pelotazo que fue Brown Sugar (número uno en EE.UU. y 2 en Inglaterra) condena al ostracismo a cualquiera. Hablamos de Brown Sugar, canción que tras Satisfaction y Angie más fácilmente puede aparecer en Kiss FM a la hora de la siesta y que siempre provoca un 'ohhhh' de alguien al finalizar, como bien apuntaba Rob en Alta Fidelidad. Además, no hay que olvidar que después de Sway venía Wild Horses, lo dicho: condenada a pasar desapercibida.
Pero estamos hablando de Sway, la nada arquetípica canción del 'Sticky Fingers' que parecía marcar un cambio de orientación en la banda. Fue ensayada por primera vez en Stargroves, la mansión destartalada de Mick Jagger y nació más como una improvisación entre ambos Micks que como algo premeditado (de hecho, el bueno de Taylor siempre ha considerado que la canción es más suya que de Keith Richards, a la postre quien está en los créditos). En el trascurso de la grabación la cosa empezó a desparramar: con Charlie Watts colocado en un ventanal y el ampli de Mick taylor dentro del hogar (y los micrófonos en la chimenea). Pero lo más curioso del asunto es que, por primera vez en mucho tiempo, no se oía la guitarra de Keith, quedando la responsabilidad de las seis cuerdas en manos del talento con patas de Taylor.
El resultado, por si quedaba alguna duda, es apoteósico, logrando una de las mejores interpretaciones de la tercera etapa de oro de los Stones, todo es un joya: empezando por los formidables arreglos de cuerda de Paul Buckmaster -habitual colaborador de Elton John-, una batería de Charlie que alcanza unas cotas de potencia y presencia muy poco habituales en él. Una de sus mejores tomas, sin dudas. Tampoco está mal Mick Jagger que canta con fuerza sobre la base rítmica (y un notabilísimo piano de Nicky Hopkins) y los coros de Keith, Pete Townshend, Ronny Lane y Billy Nichols (de cuyo álbum 'Would you believe' algún día hablaremos), pero el jefe del cotarro es el otro Mick, que consigue entretejer una línea de guitarra que se acopla al conjunto y dirige al grupo hacia un solo final que hipnotiza al mismo nivel que Tony Kamo en 'Hola Rafaella'. Por cierto, si piensan que lo de tejer es fácil, pónganse a hacer ganchillo para hacer la prueba; a la tercera vez que se equivoquen contando, las agujas ya habrán impactado, violentamente, contra la ventana más cercana.
Aquí les dejo la canción, que gracias a las superlativas guitarras de Mick Taylor, se hizo bastante habitual en el repertorio Stoniano de los primeros setentas. De lo que hacen los actuales señores del castillo de jubilado con esta canción prefiero no opinar, me quedo con las versiones en directo (y piratas la mayoría de ellas) de aquellos años, que convierten a los bajos en altos y viceversa.
P.D.: de postre unas maquetillas del Sticky Fingers, para ver como era Sway al ras.
Vuestro amigo en el tiempo, Tomás Verlein
Sabido esto, Garajeland, combatiendo las injusticias desde hace cinco minutos, toma en su mano la antorcha que suele portar Moe en los tumultos y se compromete a poner en su sitio a estas canciones, haciendo más por ellas que esa versión del patito feo que acaba con el bicho convertido en cisne y ajusticiando al resto de los patos (perdonen sólo vi la versión Tarantiniana de la historia). Por supuesto, esta sección está abierta de piernas a cualquier tipo de sugerencia, para ello puede utilizar desde los comentarios hasta mandarnos un correo electrónico al señor 61&49, a mí o a ambos, ya que estamos trabajando en la fusión, como Goku y Vegeta.
Vamos, ninguno está pensando que Jagger se había pasado con las fabes del mediodía, ¿no? Ni por el gestito de Bill Wyman tampoco...
Dicho lo cual. Vayamos con el tema en cuestión.
Nombre: SwayAutores: Mick Jagger & Keith Richards
Fecha de grabación: Octubre de 1970
Productor: Jimmy Miller
Ingeniero de Sonido: Andy y Glyn Johns
Músicos: Charlie Watts: Batería, Mick Jagger: guitarra y voz, Keith Richards: coros, Mick Taylor: tremebunda guitarra, Bill Wyman: bajo y Nicky Hopkins: pianola.
Datos extras: en el momento de grabarla soplaba un ligero viento sur/sureste, Mick Jagger se había comprado un fular nuevo y Keith Richards había descubierto una nueva hora entre la merienda y la cena para drogarse. Charlie Watts, mientras tanto, no se inmutaba.
Siendo honestos, aparecer detrás del pelotazo que fue Brown Sugar (número uno en EE.UU. y 2 en Inglaterra) condena al ostracismo a cualquiera. Hablamos de Brown Sugar, canción que tras Satisfaction y Angie más fácilmente puede aparecer en Kiss FM a la hora de la siesta y que siempre provoca un 'ohhhh' de alguien al finalizar, como bien apuntaba Rob en Alta Fidelidad. Además, no hay que olvidar que después de Sway venía Wild Horses, lo dicho: condenada a pasar desapercibida.
Pero estamos hablando de Sway, la nada arquetípica canción del 'Sticky Fingers' que parecía marcar un cambio de orientación en la banda. Fue ensayada por primera vez en Stargroves, la mansión destartalada de Mick Jagger y nació más como una improvisación entre ambos Micks que como algo premeditado (de hecho, el bueno de Taylor siempre ha considerado que la canción es más suya que de Keith Richards, a la postre quien está en los créditos). En el trascurso de la grabación la cosa empezó a desparramar: con Charlie Watts colocado en un ventanal y el ampli de Mick taylor dentro del hogar (y los micrófonos en la chimenea). Pero lo más curioso del asunto es que, por primera vez en mucho tiempo, no se oía la guitarra de Keith, quedando la responsabilidad de las seis cuerdas en manos del talento con patas de Taylor.
Mick Taylor con un becario de verano, se dice que no lo hacía mal, pero aún así no cobraba más de 300 euros.
El resultado, por si quedaba alguna duda, es apoteósico, logrando una de las mejores interpretaciones de la tercera etapa de oro de los Stones, todo es un joya: empezando por los formidables arreglos de cuerda de Paul Buckmaster -habitual colaborador de Elton John-, una batería de Charlie que alcanza unas cotas de potencia y presencia muy poco habituales en él. Una de sus mejores tomas, sin dudas. Tampoco está mal Mick Jagger que canta con fuerza sobre la base rítmica (y un notabilísimo piano de Nicky Hopkins) y los coros de Keith, Pete Townshend, Ronny Lane y Billy Nichols (de cuyo álbum 'Would you believe' algún día hablaremos), pero el jefe del cotarro es el otro Mick, que consigue entretejer una línea de guitarra que se acopla al conjunto y dirige al grupo hacia un solo final que hipnotiza al mismo nivel que Tony Kamo en 'Hola Rafaella'. Por cierto, si piensan que lo de tejer es fácil, pónganse a hacer ganchillo para hacer la prueba; a la tercera vez que se equivoquen contando, las agujas ya habrán impactado, violentamente, contra la ventana más cercana.
Aquí les dejo la canción, que gracias a las superlativas guitarras de Mick Taylor, se hizo bastante habitual en el repertorio Stoniano de los primeros setentas. De lo que hacen los actuales señores del castillo de jubilado con esta canción prefiero no opinar, me quedo con las versiones en directo (y piratas la mayoría de ellas) de aquellos años, que convierten a los bajos en altos y viceversa.
P.D.: de postre unas maquetillas del Sticky Fingers, para ver como era Sway al ras.
Vuestro amigo en el tiempo, Tomás Verlein
5 comentarios:
Magnífico.
El post,las demos y por supuesto el tema.
Muchas gracias por reivindicarlo,siempre fue uno de mis favoritos,me encanta ese "one...two..three..." del principio,así tan arrastrao....
Gran idea de sección que, espero, tenga continuidad.La historia está llena de canciones maltratadas: es lo que suele ocurrir cuando se está on fire y todo lo que se vomita es caviar fino.Más de uno( no miro a nadie) mataría por poder componer ahora esa canción escondida entre el track 8 y el 10 o menospreciada en la cara B de un single que nadie compra.
P.D.: Charlie Watts nunca se inmutaba
@Pollomike
Gracias por los halagos, aunque la cancioncita ya es de por sí un hallazgo. Siempre he creído que tanto esa canción (como otras del disco) dicen más de lo que aparentan, lástima de grandes éxitos que ocultan estas gemas.
Lo del 'conteo arrastraó' también me encanta, siempre he pensando que incluso Charlie entra un poco inseguro. Vamos, que lo de la improvisación parece seguro.
@ Hackerthedog
Muchas gracias también. La sección tiene asegurada la continuidad durante dos canciones más (las que se me han ocurrido). Así que cualquier sugerencia (y esto va también para los doscientos mil lectores por minuto que tenemos) será aceptada como un vaso de agua turbia en el desierto.
Lo que dice es muy cierto, en el caso de los Stones su catálogo es más o menos conocido, pero hay cantidad de grupos cuyas caras-b son muy muy apreciables. Además de que suelen ser canciones menos sobreproducidas.
Sólo le digo que una vez se me ocurrió una canción muy buena sobre un jardín marino propiedad de unos pulpos...
P.D.: Hay algunas anécdotas acerca de Charile realmente graciosas. Una era que un día reunió a sus compañeros y les explicó que se había desenganchado de la heroína a lo que Keith Richards contestó: "¡pero si ni siquiera sabía que eras adicto!". Charlie Watts: donde la palabra impertérrito alcanza su máximo significado.
gracias a los dos por comentar
Grandísimo tema, y el solo de guitarra final tremendo, al unísono con las cuerdas.
Tomas, chiquillo, ¿estás de vacaciones or what? Sobre Charlie Watts tengo poco que decir, que me flipa y punto, para muchos es el peor batería de la historia... sólo por esa afirmación ya tiene todas mis simpatías.
@ Jaimoe
Gracias por su visita,
Sí, ya sabes, para ciertos foros que ambos consultamos Charlie Watts fue el culpable de la peste, del fracaso de la Cherry Coke en España y de que yo pierda el metro día sí y día también. Pero no sé, en esta canción me parece que da en el clavo de una manera tremebunda.
"El peor baterista de la historia", que haríamos nosotros si estas afirmaciones tan absolutas...
1 brazo
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