MC Hammer - Please Hammer, Don't Hurt 'Em (1990)
Como la mayoría de los españoles de clase media he hecho la comunión al menos media vez, ¿y todo para qué?, pues después de muchos años sin pensarlo, he llegado a la conclusión de que comí pan con vino para que me regalaran este disco, que no sólo fue el primero que tuve, sino que además es lo único que conservo de magna fiesta (el balón como el de Italia 90 me lo pinchó el abusón del colegio a los pocos días, pero ese es otro trágico tema).
Me temo que por aquel entonces ya no hacías amigos si tenias grabada alguna cinta de mecano, había que ir más allá, y que mejor que tener un disco de rap (que me perdonen los puristas raperos si digo que eso era rap, para ellos debe ser algo así como regalar un disco de Coyote Dax a un amante del country), pensaba que el respeto me lo ganaría gracias a este tipo negro que podría haber salido en la serie de Bill Cosby, así que tener ese disco podía ser motivo de ocupar las plazas traseras del autobús del colegio, o al menos eso pensé.
Al cabo de los años, el borde de color marrón del cd ha ido escalando posiciones cual Juanito Oiarzabal hasta los lugares más inaccesibles de la habitación, aparte de la vergüenza ajena que me produce, ¿Cómo lo voy a colocar al lado de los de MC5? Eso sería como sentar a comer a Bush y Bin Laden, así que el otro día cogí la escalera y decidí revisitarlo. Se conserva bien, saqué el libreto y descubrí un interior digno de estudio, si se observa la foto adjunta podemos ver al señor Hammer en una postura ilógica si no eres un concursante de fama, y aun peor es percatarse de la chaqueta y los pantalones que se gasta, que si fueran de tactel en lugar de cuero podrían verse perfectamente en una clase de gimnasia de quinto de EGB. Por lo demás, agradecimientos a Jesucristo, a un Dios que anda entre todos nosotros y después a su madre y a su padre, amén de mensajes de ayuda a los niños, lo cual me hace pensar que realmente era un infiltrado de la COPE en el mundo raperil.
MC Hammer intentó colocar esta coreografía en un anuncio del Bollicao
Musicalmente hablando me costó pasar de los veinte primeros minutos, y es que una vez has escuchado “U Can´t Touch This”, traducido por mis oídos a lengua romance “inchastis”, ya no quieres escuchar nada más, pero ya se sabe que los discos están para escuchar el tema de moda hasta que lo incineres. Además de esta, también me gustó el primer tema “Here Comes the Hammer” que tiene un estribillo facilongo y un montón de voces que gritan oh-oooh-oh-oh. Finalmente me percaté de que las canciones que más me apasionaban eran las que aparecían en negrita en la contraportada, lo cual es indicativo de que la campaña de marketing funcionó con la gente llana como yo.
La conclusión que saco es que era un gran tipo, un buenazo que debería salir en médico de familia, lástima que nuestra relación me cogiera un poco joven e inexperto y finalmente me convirtiera en un hereje que escucha música ruidosa.
Este ejercicio de autocrítica viene bien, y ahora piensa bien cual fue tu primer disco (absténganse gente con padres que estuvieran en Woodstock o los hijos de Mick Jagger)… ¿ahora qué? Ya no resulta tan vergonzoso lo de MC Hammer ¿verdad?
Como cantaba Bart Simpson junto a mi querido amigo: “Yo no he sido”
Para refrescar la memoria podéis ver el vídeo de aquel magnífico 1990. Si piensas que MC Hammer se mueve como un personaje del Super Mario, sí, tienes razón.
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