martes, 23 de febrero de 2010

Contacto con Tacto (XII): The Hi-Risers + Roy Loney & Señor No

Sala El Sol, Madrid, 10 de Febrero de 2010

Por una vez y sin que sirva de precedente, garajeland se profesionaliza (un poco) y realiza la no-crítica de un concierto en el mismo mes del bolo y no con uno o dos meses de retraso como venía siendo habitual. El plan del miércoles diez reunía algunas de las mejores propuestas socio-culturales que recordamos: por un lado el estreno de la película de Farmacia de Guardia (un saludo a Pelagatos); por otro, dos calles más abajo de la sala Sol, J. Mascis paseaba a su Dinosaurio Pequeño dejando sordos a cuantos osaban ponerse delante de su torre de amplificadores (ver foto enlazada); la última opción, como siempre, la más canalla y perversa fue la elegida por nuestra irresponsabilidad para agitar los pies a bases del mejor rock and roll que pudo verse esa semana por distintos puntos de las tierras ibéricas. Si algún incauto ya está aburrido de mis comentarios le hago un resumen y le ahorro un poco de su tiempo: ¡Qué grandes los Hi-Risers! ¡Qué tíos los Hi-Risers! ¡Viva Rochester! ¡Viva las habas con jamón de mi abuela! Y tras esta muestra de fanatismo extremo unos apuntes de una parcialidad encomiable con lo que dio de sí el concierto:


Gregorio Townson llamando la atención al único que no se lo pasaba bien en la sala. ¿Quizás era un sandwich de pavo?



Los que nos siguen un poco en este nuestro bloc, saben de nuestra afiliación al trío de Rochester y a todo cuanto ha pasado por delante del peluquín de Roy Loney. La noche bien merecía una previa a base de cañas y pincho de morcilla para asegurarse un aliento fresco y seco, con la inútil esperanza de un tener un concierto privado ante la espantada general del público. Servidor llevaba nervioso unas semanas que se hicieron muy largas esperando el momento, y así se lo hice saber al respetable que estaba a mi lado con movimientos espasmódicos y espontaneas agresiones en el páncreas de los amigos más cercanos hasta que salieron a escena los Hi-Risers (primera sorpresa de la noche, los neoyorquinos son los primeros que salen a escena). Un buenas noches, examinar el merchandaisin del grupo que luce el público, “Once We Get Started” para comenzar y el calor de la sala empieza a aumentar. Sin dejar respiro se despachan las dos canciones del estupendo EP que han grabado junto a Los Coronas, “Spark Plug” y “Stand By My Baby”, la excitación de que el tiempo corre y están dispuestos a no dar tregua con irresistible R&R, Surf y lo que les salga de la pirindola empieza a aflorar. ¿Pero estos tíos van a parar de dejarnos con la boca abierta? Ni de coña.


Así quietos no lo parece, pero mueven las manos y los pies. Y las manos a una velocidad que ni Tomás cogiendo las tapas de los bares oiga.


Los de Rochester continúan apabullando con pausas mínimas entre canciones o carentes de descanso entre ellas, sólo canciones, sólo el Rock And Roll cálido de “Panic”, “She´ll Be My Ruin”, y la tierna “Katy Kid”. Sus temas del estupendo último disco, Once We Get Started, van pasando a la par que algunas de sus canciones del resto de (descatalogados) discos. El señor Verléin entra en trance mientras mira al palillero de Jason Smay haciendo locuras en “Top Shelf”, y el resto de congregados en la hermandad del pincho de morcilla coreamos lo que el grupo nos pida, “Boom Chicka Boom”, “One Note Joe” o descongelar el ambiente mientras el grupo saca a relucir sus dotes interpretativas (quedarse quieto es muy de la escuela frostilicus) en “(Let's Dance) The Freeze”. Todo sin ningún ceño fruncido ni caras de mohínos, Todd Bradley cantando con una sonrisa de oreja a oreja con su, como dice mi compañero de parranda, vozarrón de señor del monte; Gregorio haciendo muecas, carantoñas y hasta aceptando peticiones de canciones medio suyas por parte del público (“Confession Of Love” de su época junto a Kaiser George). El ambiente llegó al punto culminante al tener que hacer una pequeña ronda de bises, pese a que se supone que eran los teloneros, en donde sacaron a relucir los tres amigos espirituosos “Johnny, Jim And Jack” y finalizar la fiesta con la sala cantando “That Rock ´N Roll Beat”. Increíble.


Desde luego los jóvenes de ahora... Loney de pie con sesenta palos y el resto no sabe tocar apoyando las zapatillas en el suelo



Después de semejante muestra, salía Roy Loney pertrechado en su Takamine acústica y un pelamen que de ser natural ya quisiéramos muchos a nuestros años mozos. Casi calcando el concierto que vimos en la sala Jajaineken hace unos meses, el groovie comienza con “City Lights” y “Diablo” mientras el resto de la banda, Señor No, con buen criterio final se apoderan de sus respectivos instrumentos para soltar decibelios hacia los asistentes. Primeras canciones fallidas, el bajo de Mikel deja al grupo en cuadro y retrasa el inicio de un par de canciones; para colmo Roy Loney recuerda antes de comenzar en una de ellas que se le ha olvidado mirar cual ha sido el reintegro de la Primitiva y desaparece otro par de minutos dejando a los donostiarras en formato instrumental. Demasiadas canciones perdidas para igualar el ambiente previo de los Hi-Risers incluso para tito Loney y el grupazo que le acompaña, y que como nos comentó un famoso doctor asistente al concierto, tienen más parecidos razonables que imitadores por la piel de toro Chiquito de la Calzada.


Roy Loney despierta de un sueño en el que se convierte en un autoretrato de Diego Velázquez (gracias Torrente).



Hasta bien entrada “The First One´s Free” costó entrar en calor, pero a partir de ahí, los esfuerzos de Xabi “Luqui” se vieron recompensados con las vibrantes canciones que han hecho grande a Roy Loney, tanto de sus momentos junto a San Cirilio Jordan (“Have Yo Seen My Baby”, “Texas Border” o la coreada “Second Cousin”), como en solitario (“Born To Be Your Fool” y un claro, aunque no reconocido, homenaje al recopilatorio de garajeland tocando “Phanton Mover”), como con su última colaboración con Señor No y la vitaminada versión del “Cara-Lin” de los Strangeloves. Aunque hace unos meses en la sala Heineken el grupo destacó por un concierto de más quilates, cuando uno termina un concierto tocando “Slow Death”, con Roy Loney en pleno jamacuco, alguien con sangre en las venas no puede sino dejar puesta una sonrisilla tontorrona de placer y el perverso pensamiento de que salir a escena detrás de un grupo como los Hi-Risers no deja de ser una cabronada de tamaño bíblico. A veces las comparaciones son odiosas, y si alguno de ustedes es socio del mismo gimnasio que los miembros de garajeland, muchísimo menos.

Agradecemos a PopAndSoul el buen tino a la hora de grabar un buen puñado de conciertos con cámara, sonido, vídeo, youtuf y todo. Pueden ver gran parte del concierto, en donde hasta personajes famosos deambulan por la primera fila, en su web de bolo-vídeos.





8 comentarios:

India dijo...

Y esto un miércoles!!seguro que al día siguiente os plantásteis en la puerta del cole en lugar del trabajo,porque da la sensación de que lo pasásteis como enaaaaaaaanooossssss!!!jijijiijiji ahí,a las 9 de la mañana,esperando que una mami os relamiera el flequillo y os colocara la mochila jijijijijii
Ande hay que ir a tomarse esos pinchos de morcilla?
Achuchones!!!!con carantoñas y eso que le hago yo a mis chiquitajus jijijijijiji

txinomandinga dijo...

Joderrrr...que ganas de ver a los Hi-Risers en vivo...me encantas esos tios!!
gran crónica man!!
salud!!

Anónimo dijo...

tremendísimos los Hi-Risers!!!

A tío Roy, siempre que le he visto en directo intento fijarme si es peluquín o no, y la verdad es que a día de hoy no sabría que decir...
Si lo es, está muy logrado, quizá sólo superado por el tupé-peluquín de Manolo Escobar (apodado cariñosamente dicho tupé, por el equipo que le acompaña en las giras, como "la rata").

saludos pelagatunos!

Space Woody/Jagger dijo...

La verdad es que los Hi-Risers es un grupo que me encantaría verlo. No me importaría hacerlo con Vd., más que nada por las cañas, los pinchos de morcilla y las espontáneas agresiones en el pancreas. Abrazo.

61 y 49 dijo...

Rockin´ Spree:

@India: Cierto, y a la gente de mi entorno le hacía mucha gracia que yo fuera el único que no madrugaba. Pensé lo del cole, hasta me compré mi fresquito, pero a mí de pequeño me decían que esos señores que daban paquetes de cromos metían droga entre el cromo de Chendo y el de Pizo Gómez. No me hubiera gustado ser el primero linchado por los padres (y con razón) por ser el único que lo hiciera de verdad. Para los pinchos de morcilla: El Rincón del Ibérico, y no es coña.

@Txinomandinga: Gracias a ti tío! Ni dudes en acudir a uno de sus conciertos, pase lo que pase; y con pase me refiero a morcilla, y con lo que pase me refiero a morcilla con arroz.

@Pelatengomassueñoqueunacestagatunosalladodeunaestufa: Tremending los Hi-Risers. Hay que hacer un especial de peluquines en el mundo del rock. Los Flamin Groovies deben de andar entre los mejores posicionados para tan picante elemento cabelludo. Respecto a Don Manué Escobar, sólo me queda añadir que espero que la única rata peluda que le queda por su cuerpo sea la de su cabeza. Ni imaginarlo quiero.

@Wood: Y sepa que estaría invitado al ágape sin ningún tipo de duda (cachis, ¿cómo funciona la letra arial 2 en los comentarios?). Sepa también que ya tengo mucha maña con esas agresiones, hasta diferencio el páncreas del pulmón con el tacto de la uña! Esperemos más visitas de los de Rochester, todos contentos y el espíritu de El Enano más.

Un abrazo a todos. Agradecido me ando con vuestras palabras.

Torrente dijo...

Yo también estuve allí, cerca de estos dos genios del blog, y he de decir que disfruté como un enano y al día siguiente fui a currar con una sonrisa de oreja a oreja... Qué grupo señores...y damas... impresionante demostración por parte de los dE Rochester de lo que es hacer rock and roll, en disco me gustan mucho, pero en directo se salen del tiesto. Eso es un conciertazo y lo demás gilipolleces. Ahhh tocó también un tal Roy Loney... pero era imposible superar lo visto justo antes.

Un esquimal onanista (como otro cualquiera) dijo...

La fijación de la plantilla de este blog por los Hi-Raisers es tan exacerbada que huele a payola. Desde Gabba Gabba Hey!! siempre dispuestos a combatir las injusticias y los abusos, sean del tipo que sean (especialmente cuando incluyen el menosprecio a las minorías etnicas, los altramuces y/o a los zurdos) decidimos contratar a un detective privado e iniciar una investigación. Pretendíamos desentrañar la naturaleza de la oscura relación entre los Hi-Risers y Garajeland.
Tras arduas investigaciones, nuestro perspicaz e intrépido detective nos trajo la prueba definitiva que absolvería a los señores Numeritos y Verlein o los condenaría al más terrible de los infiernos (consistente, para aquéllos que lo pregunten, en pasar la eternidad vestidos como los Modern Talking inteerpretando sus canciones en la plaza del pueblo para escarnio de todos los paisanos).
Dicha prueba es un disco de los susodichos y tras pasar la tarde desgastando zapatilla con bailes que nunca serán permitidos en la romería de mi barrio sólo puedo parar para gritaros: ¡os declaro inocentes hermanos!

Troy McClure dijo...

Con apenas 6 meses de retraso y arrobas de rubor en mis carnosas mejillas me planto aquí a hacer una revelación: YO ESTUVE ALLI. Soy el único que puede aseverarlo sin atisbo de duda: en el video del One Note Joe, mía es esa protuberancia craneal de dimensiones olímpicas que domina la primera fila a la altura de Don Gregorio (este sí que es uno de los padres de la Constitución del Rock'n'Roll, y no el Peces Barba ese...).

Sí aún no saben a quién me refiero, fíjense en la siniestra figura que se mueve según ese porcino traqueteo comparable a un gigante de gelatina. Y yo que hasta ahora pensaba que estaba deleitando al personal con pasos mágicos de swing de salón de alto copete, y lo que parezco es una ballena varada en pleno ejercicio de su instinto de supervivencia...

Fui enviado al frente ruso por 61&49+Tomás Verlein+Torrente a bregarme en buena lid con fotógrafos y algún aspirante a rockero que, por lo visto cree que las zonas comunes de la sala son para su único uso y disfrute.

Aguanté estoicamente lo que pude, pero para futuros embites de calvos idiotas paridos a pares, no descarto darme la vuelta y soltarles una hostia legionaria con la mano abierta.

Volviendo a mis taras físicas: ¡Madre! ¿Cómo no me dijo usté que tenía tal perímetro craneal? ¿Cómo me dió usté a luz con semejante pepino? ¿No se encasquilló el conducto con mis orejas de soplillo?

Vivan los Hi Risers. Y por muchos años.

P.S.: Un sentido homenaje a la anónima amiga de la primera fila que tuvo los arrestos de mandar a tomar por *ulo a los chicos en cuestión.