miércoles, 2 de abril de 2008

Los McDonald golpean primero

Redd Kross - Neurotica (1987)

La gente que nos agolpábamos cerca del escenario en uno de sus últimos conciertos no parábamos de oír “los Redd Kross nunca fallan”, pues no es que sean Jordan en el 96, pero en más de veinte años de carrera pocos tiros se les han ido fuera a los de la cruz roja. En garajeland teníamos abierta una guerra para ver que disco comentábamos antes, definitivamente apostamos por “Neurotica”.


Publicado en 1987 y tras participar años atrás en la banda sonora de “Desperate Teenage Lovedolls” el disco ofrece una muestra del talento compositivo de los eruditos hermanos McDonald, Jeff y Steve, nacidos en el barrio angelino de Hawthorne, el mismo que vio crecer a los Beach Boys. A las dos cabezas pensantes se les uniría para la ocasión el guitarrista Robert Hecker, de virtuosos dedos y melenudo por aquellos años (ahora co-protagoniza anuncios de cuchillas de afeitar); después de la grabación de “Third Eye”, el bueno de Hecker dejó la banda tras pronunciar una frase cáustica, al terminar un concierto dijo llorando “tengo que ser New Wave”, esto hizo que los McDonald pensaran que Roberto es de esa clase de gente que puede escuchar un disco de Juan Pardo al derecho y al revés, como para no dejarle ir. Completando el grupo se sumaría el batería Roy McDonald, sin parentesco ninguno pero que permitió al grupo obtener descuentos en el Happy Meal.



No estéis tristes que luego os hacemos la foto con los muñecos de colores


Después de una pausa de tres años sin grabaciones se meten al estudio al amparo del sello Big Time e inspirados por los cereales del desayuno y los dibujos animados de los sábados por la mañana, el resultado: una colección de canciones de melodías pop mezcladas con hard-rock que inspirarían y abrirían camino a bandas de más éxito como los Pixies o las grungeras Nirvana y Mudhoney.


El disco se abre con la estupenda pieza homónima “Neurotica” de inspiración Beatle, y sigue con piezas magistrales como el hit “Peach Kelly Pop”; la declaración de intenciones de los Redd Kross “Play my Song” y su sarcástico final de estribillo "No metal sluts or punk rock ruts for me, oh noooooooo"; “McKenzie”, “What They Say” o el ritmo pegadizo de “Love Is You”, compuesta y cantada por Hecker; así hasta completar las doce canciones del disco sin síntomas de flaqueza.

Ni del Barça ni del Madrid, Jeff portando una camiseta de los Teenage Fanclub

¿En lo que a ventas se refiere? Que más da, siempre se han movido como nadie entre el culto, sus numerosos trabajos paralelos y el aprecio que tienen entre un buen número de bandas e incondicionales como Thurston Moore de los Sonic Youth o el cincuenta porciento de los Posies, Jon Auer, que remezcló algunas canciones de este disco dotándolas de una capa de pintura de Seattle. Da igual que vendan menos politonos y gilitonos que cualquiera que cante sobre una camisa negra, escuchar “Frosted Flake” o “Janus, Jeanie, and George Harrison” no tiene precio. Un grupo de los grandes.



Para más información sobre los Redd Kross, no duden en visitar la página de Johnny Lebrel y su equipo de patilludos, ya sentaron cátedra hace tiempo en lo referente a la banda californiana.