jueves, 20 de mayo de 2010

El Country Indie Modernillo: Los inicios y Uncle Tupelo


Uncle Tupelo - Anodyne (1993)


A principios de los noventa el mundo se debatía como El Nota si era tolerable la agresión a Kuwait. Musicalmente se buscaban revolucionarios incluso entre la discografía de Mocedades. Algunos decían que los más modernos eran aquellos que hacían quemar zapatillas (Nike de punta larga) en las pistas de baile, otro apostaban por el grunge y sus derivados con, siempre, zapatillas muy sucias. Nosotros, que siempre hemos sido raros pero con buen gusto por el chorizo de matanza y las peleas entre vecinos del pueblo por las tierras colindantes, apostamos por los sonidos camperos que siguieron el rebufo del No Depression de Uncle Tupelo. Así es, los revolucionarios hacían música Country, y visto a día de hoy, estos discos han envejecido de muy buena manera y sin liftin de por medio. Aviso: Estos días (según el espacio tiempo diferente a garajeland serán semanas) guarden la corbata y los zapatos que viajamos al campo a respirar aire puro.


Uncle Tupelo o la próxima película de Fernando León de Aranoa



Uncle Tupelo no nacieron ni en Nashville, ni en nada que se acerque mínimamente a zona americana del Country. Dos colegas de colegio, Jay Farrar y Jeff Tweddy, crecen escuchando discos de las más puras raíces americanas, pero para no parecer unos bichos raros, también bandas de Punk. La pasión por estos sonidos les lleva en 1990 a embarcarse en la grabación de su primer disco, No Depression, sin un solo centavo en el bolsillo, y siendo timados por la compañía discográfica que se queda con todos los derechos de autor del álbum logran un éxito de ventas absolutamente lamentable. Aunque para sorpresa de propios, extraños, Kodos y Kang, algunos críticos musicales, pero sobre todo muchas bandas, ven en este disco un espejo en donde mirarse para componer y tocar canciones. Hasta tal punto, que todo el movimiento del Country Alternativo lo denominan No Depression (algún crítico con la interminable chorra lista de etiquetas lo llama Americana).


Estragos de la New movida Madrileña



Poco a poco el grupo consigue (ligeras) mejorías en las condiciones de grabación de sus siguientes discos, Still Feel Gone, y con el tercer álbum March 16-20 les echa el lazo un personaje que suele tener buen ojo para esas cosas pese a que no se quita las gafas de Sol ni para entrar al cine, Peter Buck de REM. Siguen sin llegar al éxito masivo, pero fichan por una multinacional como Warner para la grabación de Anodyne. Atrás quedan los músicos que han pasado por el ciclón de egos de Farrar y Tweedy, a los que no voy a nombra salvo a uno: Bill Belzer, baterista al que se despidió de forma amistosa porque según palabras del propio Tweedy, era gay, lo sabía y no hacía muchos ascos en no demostrarlo. La jugada de largarle no salió del todo mal, su sustituto, Ken Coomer, aparte de ser muy alto era un excelente batería que posteriormente tuvo un importante papel en los primeros discos de Wilco.

Anodyne sería el último disco de Uncle Tupelo. Farrar y Tweedy no se podían ni ver: en los conciertos se peleaban por hablar delante del micrófono recordando al público asistente que para aprender buenas normas de educación es mejor ver Bertiniños, el nuevo programa de nuestro adorado Bertín Osborne. Farrar se ponía mohíno al ver que Tweedy acariciaba el pelo de su novia y todo derivó en que Tweedy se enteró de que la banda se disolvía a través del manager del grupo, y anécdotas por el estilo, que de contarlas todas serían más largas que la lectura de la biblia por parte de Jesús Hermida. Ni que decir tiene que los dos no han vuelto a trabajar juntos y han rescindido el contrato que tenían con el dúo de Amena para llamarse al móvil por un céntimo el minuto.


La entrada de su último concierto. Si el afortunado la hubiera sacado a través de ServiCaixa ya tendría las letras borradas y un bonito cartón amarillento.



Con semejante ambiente graban Anodyne en Austin, en donde el buen amigo productor, Brian Paulson tuvo que lidiar con grabaciones en directo y en donde Farrar y Tweedy intentaban no coincidir en la misma sala. Tweedy se libera de su trabajo en el bajo gracias a la contratación de John Stirratt y a Max Johnston le dejan el trabajo sucio con cualquier instrumento de cuerda que pase por sus manos. Lo increíble de todo, es que Anodyne suena estupendamente bien. Algunas de sus canciones son excelentes y altamente recomendables, por citar algunas, “The Long Cut”, “Give Back The Key To My Heart”, “New Madrid” o “We´ve Been Had” deberían (como poco), formar parte de los largos paseos de Labordeta por el campo. Un disco maravilloso grabado en un contexto que no propiciaba en absoluto la calidez del resultado final. Las influencias de Gram Parsons y sus derivados son evidentes, también las de Neil Young o Gene Clark, quizás también las de Bob Dylan, y a lo mejor también las de los Flying Burrito Brothers, Hank Williams, etc. La mayor diferencia es que estos dos elementos habían crecido escuchando punk y supieron llevar sus influencias a un mundo en el que predominaba la polución sonora por encima del puro y tierno campo.


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'>>>Pincha & Roba las Migas<<<'

Os dejamos con un video presentado por el hombre que entrevistó a Bart Simpson cuando éste se hizo famoso. Para el primero que vea la cara de Jay Farrar habrá premio.


3 comentarios:

Space Woody/Jagger dijo...

Joer, esta vez voy a hacer casi recíproco uno de tus ultimos comentarios en mi espacio, y que bien me has venido para regenerar neuronas blogueras que andaban quemadillas.

De entrada te diré que las divagaciones de El Nota fueron muy beneficiosas pero fueron sobre el 97 o 98 si no recuerdo mal.

Como no he escuchado mucho a los Uncle Tupelo y no quiero caer en ninguna depresión ni convertirme en un ser anodino, voy a robarte las migas. Abrazo.

P.D.: oye, si consigo hoy algo, quizás te envie una sorpresa que vas a flipar via email.

India dijo...

Os mantendré ocultos,escondidos en las mazmorras,si mi madre os descubre no dejará de decirme lo mal que aprovecho mi tiempo...que no tengo ni pajolera idea de esto,como tampoco de lo otro ni de lo demás...mi cerebro no se dividió en la época grunge,no decidí qué quemar,escuché Punk sin saber que me normalizaría ante los demás (eg que me acabo de enterar de que eso funcione jijijiji)así que,mamá...no sé nada de nada...pero disfruto de todo!!!!!!
A los dos que quedaron,les diría,que desde que echaron al batera les fue a peor la cosa...ejemejem...alguien los calmaba antes...aunque fuese gay,yavestú...
Traigo unas sardinas frescas de la plaza de abastos,hechas a la plancha con esas migas van a estar de muettte ;P
Peeeeeeeeluquíiiiiiiiiiiiiin!!
Achuchones!

Space Woody/Jagger dijo...

Aprovecha las sardinas de India con migas que ya te envié el email. Te repantigas y que salga todo el gozo.