domingo, 19 de octubre de 2008

Contacto con tacto (III): The Posies


The Poises

Sala Heineken (Madrid) - 07/10/2008

12 lecciones de puro power pop



Imaginen esta escena: una versión de ustedes mismos (más guapa, lozana y con una mando a distancia para apagar gente indeseable) en un desierto, tropezón que te crió, mirada furtiva al suelo maldiciendo tu suerte y qué te encuentras: una lámpara con el genio de Don Limpio dentro (ahora comprenderán por qué Steven Spielberg no aporrea mi puerta suplicándome que sea su guionista). No sé el resto de la muchachada, pero en mis cinco deseos principales estaría sin duda un concierto de los Posies, donde los buenos de Ken y Jon se dedicaran a dar guitarrazos a diestro y siniestro y de paso repasaran uno de los mejores y más infravalorados discos de una época en la que cada día triunfaba un género nuevo, ahora el Grunge, luego brit-pop, etc. Me refiero al Frosting On the Beater, una obra maestra que no puede faltar en ninguna discoteca al lado de la cinta de chistes de Eugenio y el disco regalo de Soberano. Pues bien, si no llega a ser porque ese martes tenía a mi lado a 61&49, a la sazón mi hermano de ojete, en vez de Krusty el payaso (sí, como Bart sueño que Krusty y yo ganamos la Superbowl) diría que estaba cumpliendo mi fantasía con creces.

La cosa pintó bien desde el primer momento, con Ken Stringfellow pintándose las uñas de negro (a juego con sus pantalones rosas y su cadena punkera) justo donde a la salida tanto él como Jon Auer te vendían discos, vinilos y repartían autógrafos al grito de: "quién me compra un single en vinilo que estaba guardado en el armario junto con las enaguas de la abuela". Al ver a Stringfellow allí no sabías si darle un abrazo por escribir 'Solar Sister' o señalarle el reloj para que no sucediera lo de su última visita a España (sólo llegaron dos horas y media tarde). Naturalmente, nosotros hicimos mutis no fuéramos culpables de que se cogiera el cesto de las chufas y dieran otra espantada.


The Posies¿El de los pantalones rosas es Ken Stringfellow o Jaime de Marichalar? Hay preguntas que es mejor no hacerse


A las 21:45 hora arriba, ahora abajo los cuatro aparecen por el escenario y con un irónico: "Los Posies se alegran de estar aquí (pausa valorativa) a tiempo", comienzan con 'Dream All Day' (que sonó algo menos poderosa de lo esperado por problemas en la caja de la batería), seguida como no de 'Solar Sister', que si tuvo la mezcla perfecta de contundencia, lirismo pop y letra enigmática, todo eso que la convierte en esa canción que no te puedes quitar de la cabeza. Tras 'Flavour of the Month' chispeante, con ese estribillo que condensa todo el pop en dos frases, el objetivo estaba cumplido si mirabas a las caras de los presentes. Los Posies saben tocar todos los resortes para tener al público a sus pies, pero además, en este concierto, tenían mucho camino hecho: empezar con la santísima trinidad del Frosting es sinónimo de triunfo en cualquier aspecto de la vida (prueben ustedes a aprendérselas y colarlas en una futura entrevista de trabajo). A esas alturas, El concierto, sin sorpresas al seguir el listado del disco, tenía los suficientes alicientes (un nuevo adorno de guitarra, coros nuevos...) en las canciones como para que todo el mundo disfrutara con ellas, tanto si las tenía ya en un altarcito, como si era su primera toma de contacto. Después de 'Love Letter Boxes', Los Poises hicieron un pequeño parón para hacer unas reflexiones al público y para que Ken afinara la guitarra (su Grestch Duo Sonic tendría que revisada unas cuantas veces), momentos que se rellenaban con un voto a favor de Tina Fey (cuyas imitaciones de Sarah Palin en 'Saturday Night Live' están haciendo replantearse a la gente quién es la verdadera y quién su sosias) o improvisando una versión del 'YMCA de los Village People, Ya ven, los Posies, tan versátiles que podrían ir sin problemas a un programa de José Luis Moreno, siempre que Jon y Ken quisieran meterse en una cama en plan Matrimoniadas. Ya que sacamos el tema, no sabemos si esta pareja estará bien avenida, pero en el escenario se complementan con pasmosa facilidad: Jon se queda quietecito en su sitio (aunque se mueve bastante para su cuerpo tipo XXL) y saca todo el jugo posible a su guitarra, como demostró en una -aún más psicodélica que en el album- 'Burn and Shine'. Ken, por su parte, pone el contrapunto espídico, dirigiendo la parte espiritual del grupo a través de una suerte de coreografía - a saber- salto, guitarrazo y escupitajo y vuelta a empezar. De esta guisa y brillando especialmente con las voces de 'Earlier than I expected' o '20 Questions', el ambiente ya estaba bastante caldeado. En esas, el bajista (Matt Harris) y el baterista (Darius Minwalla) abandonaron el escenario para que la versión powerpopera del gordo y el flaco cambiaran el rugido de las anteriores canciones e hicieran fluir 'Coming Right Along' a dos voces, piano y guitarra. La canción es el broche perfecto al Frosting (la número 12) tan aparentemente desnuda como punzante. En su versión en vivo sonó más intensa y cruda si cabe, cortesía de una orgía de efectos de sonido y cuerdas rotas de Jon Auer.


The Posies MadridUn miembro de la expedición garajelandera llamaba cariñosamente "el abondiguilla" a Jon Auer. Algunos rumores indican que está siguiendo la misma dieta que tan buenos resultados ha dado a los Pixies...


Así acabó la cosa, o al menos eso es lo que parecía, porque aún quedaban los bises, unos cuantos hits del Amazing Disgrace, la gran continuación del fundamental Frosting On The Beater. La cosa se desmadró y los Posies parecían disfrutar: el bajista, quien toda la noche había tenido un "gran afán de protagonismo" (nótese la ironía en estas palabras) se aventuró a hacer unos coros, mientras que Ken bajaba a la platea y disfrutaba con el público hasta donde el cable de la guitarra le permitía. Al final, todos contentos: los asistentes pudiendo disfrutar de una obra maestra atemporal de la música pop, tocada por algunos de los músicos con más talento de la década anterior, los "artistas con pelo de Hollywood" hicieron caja con los discos y recibieron parabienes y nos consta que un señor de Murcia consiguió hacer la partida perfecta al Monopoly. Los Posies son distintos, son capaces de subirse a la chepa de un gerente de una sala de conciertos por no dejarles tocar más, de tomarse un platos de garbanzos con chorizo a las seis de la mañana y, también, de crear un disco tan clásico y distinto a lo que se oía en 1994 como Frosting On the Beater. y no darse ninguna importancia. Así son los genios.

Weisse, 61 & 49 y Tomás Verléin

5 comentarios:

61 y 49 dijo...

No has mencionado todo el merchandaisin adquirido en el concierto. Una púa, un par de discos firmados, tres escupitajos de Stringfellow...

Yo ya estaba pensando en llevarme el rotulador con el que firmaban los discos, al más puro estilo SIMO o IFEMA, donde por llevarte cualquier cosa le robas el boli bic a las azafatas.

En cualquier caso un gran concierto, fíjate que hasta lo vi cómodamente. Que vuelva el overbooking a los conciertos para que nadie pueda respirar! Malditas promotoras serias.

Mr.Mosstrem dijo...

Parece que esta casa sentís verdadera devoción por los Posies, ni mi tía se emociona tanto cuando peregrina a Lourdes, menos mal que no soy envidioso.
Saludos.

Tomás Verléin dijo...

Mr. mosstrem, te quedas corto. No sólo, como dice mi partener, conseguimos souvenirs (artículos de coña, coñas marineras) sino que valoramos sacar al señor Auer en procesión, pero le miramos a él, miramos nuestros brazos y decidimos hacer mutis por el foro.

Envidia? No se acercó a Santiago a verles? Mal hecho, éstos aseguran espectáculo, lo mismo les da por tocarse versiones de Big Start, como de llegar dos horas tarde...

Mr.Mosstrem dijo...

En el último momento cambiaron Santiago por Vigo, pero disfruté de una experiencia mística parecida hace unos 10 años.
Saludos.

Tomás Verléin dijo...

Son la leche, por aquí ni siquiera llegó la noticia del cambio de ubicación. Pero claro, Built to Spill (el próximo en caer) sigue siendo en la sala Caracol según las entradas y muchas webs, lo bueno es que desde hace tres semanas es en la Heineken... el tema y tal