jueves, 23 de septiembre de 2010

Y después de unos cuantos gazpachos de más...

Y después de unos cuantos gazpachos de nuestra marca favorita, volvemos al trabajo tras un corto, muy corto verano lleno de vaguería por nuestra parte. Como cada año, no podíamos dejar pasar la ocasión de recordar a nuestro querido presentador veraniego, pelo en pecho galopante y uno noventa de altura. Últimamente poco pródigo por la televisión nacional, nos tenemos que conformar con catar el gazpacho de su propia huerta y oír perturbadoras historias sobre chicas levantinas que desprecian al resto de mortales ibéricos por no llegar al nivel de masculinidad y canción melódica de Bertín.


La dieta mediterránea en todo su esplendor. Se han colado los Beatles, pero creo que la foto se tomó ayer tras tomar unos champiñones en mal estado.



Sabemos que prometer a estas alturas una nueva temporada repleta de discos y reducir las alusiones a los Simpsons sería incluso denunciable por algún querido lector estafado, pero de momento ya pueden disfrutar con un Fondo de Armario del amigo Verléin, que no es poco.

El vídeo con el que les obsequiamos no tiene nada de particular, si acaso el puré de patatas que cayó a nuestro buche junto a unas salchichazas alemanas el pasado sábado; y que por si alguna vez se lo habían preguntado, nuestra salida del trabajo el día que nos dan las vacaciones es muy similar a la de las dos señoritas que bailan en lo alto de la tarima.

PD: Para empezar con fuerza nos vamos todo el fin de semana a Turborock, festival de dudoso buen gusto en el turbo nombre, pero con un cártel y un precio de birra que ha tocado la fibra profunda de los miembros de este nuestro@suyo bloc.



Leer toda la historia y tal…

domingo, 19 de septiembre de 2010

Fondo de armario ( IV )

Elvis Costello - Blame it on Cain (1977)

Llegado este momento de septiembre todos los seres humanos volvemos a nuestra rutina, incluyendo llorar cuando suena el despertador, rascarnos en ese punto muerto que tenemos en la espalda (inalcanzable de todas todas) y decidir si este año empezaremos sin solución de continuidad la colección de 'camiones de la época de antaño' o la vajilla de porcelana de Hello Kitty; nosotros optamos por volver por ponernos las gafirulas de pasta y enfundarnos los pitillos (aprovechando que mi madre ha terminado de cogerme el bajo esta misma semana), así que... Acoqui!

Nombre: Blame it on Cain
Autores: Elvis Costello
Fecha de grabación: Finales de 1976 (Pathway Studios, Islington, Inglaterra)
Productor: Nick Lowe
Ingeniero de Sonido: Bazza (desconocemos si es persona, animal o mesita de noche)
Músicos : Elvis Costello: voz y guitarra; John McFee: pedal steel guitar; Sean Hopper: piano, órgano y voces; Johnny Ciambotti: bajo y voces; Mickey Shine: batería.

Datos extras: Las cosas de la vida, en 1976 Declan Patrick MacManus era un administrativo que operaba con un IBM, casado y con un hijo. En 1977 era la nueva estrella del New Wave, del punk y del rock. Su disco era un moderado éxito en las listas, pero suponía un tremendo empujón para su discográfica, Stiff (que entre otras gemas nos entregaría discos de Nick Lowe, Wrekless Eric e Ian Dury) y encima significó el primero de unos cuantos discos tremebundos que iría entregando en los años siguientes.


Elvis CostelloCostello en la época en la que cubría los vestuarios del Real Madrid para Supergarcía




Probablemente el señor de las gafas no pensó en que fuera a grabar nada cuando entró por primera vez en las oficinas de Stiff (tuvo que escaquearse del curro con una hábil, original y eficaz estratagema que a nadie se le había ocurrido: se hizo el enfermo). Fue recibido por una amable chica de recepción y dejó una cinta con sus canciones. En principio, Stiff sólo le quería como compositor para Dave Edmunds, pero también dejaron al chico grabar alguna demo con Nick Lowe a los controles y la mitad de lo que serían los News de Huey Lewis encargados de los instrumentos. Una cosa llevó a la otra y cómodamente grabaron lo que sería My Aim is True, en lo que otros hacen un curso de CCC de técnico ornitológico y de interiores, Costello, pergeñó un disco de debut sobresaliente pleno de talento y con composiones que valían lo que se llevó el Dioni en su furgón (a ojo de buen cubero). Así de fácil.



Sea como sea, My Aim is True tiene una colección de canciones inapelable, que atacan todos los puntos fuertes de un oyente avispado y puesto sobre aviso, golpeando sobre tantos estilos: Punk, Rock&Roll cincuentón, blues, New Wave... que más parece una representación de helados playeros (ya saben: chocolá, tutifrú) que un primer álbum. Mucho se ha hablado sobre los artistas que dan lo mejor de sí mismos cuando la situación es más penosa que de costumbre, pero no se ha dicho mucho de los que trabajan mejor cuando tiene poco tiempo para hacerlo. Como si la prisa avivase la llama del talento. Elvis grabó su disco en poco menos de 24 horas. Como ya habían hecho sus idolatrados Beatles o la mayoría de los músicos anglosajones de los 60. Claro que después ellos mejoraron la fórmula, pero esos primeros esfuerzos, con la exigencia por las nubes, pero compensada con desparpajo exigen un respeto. A buen seguro que ante el reto de grabar, Costello se planteó las dos primeras preguntas de la guía de franquicias que sigue Marge, a saber: 'quién soy' y 'qué corcho hago aquí' (no en vano grabó un disco sin darse cuenta, para una compañía de futuro prometedor, pero incierto, con un productor al que idolatraba y unos músicos de sesión que se fueron pasando el testigo entre unos y otros). Pero la cosa salió bien. Particularmente bien.



Elvis CostelloEn realidad esta es la cara que se te queda cuando no te acuerdas bien de la tabla del 7, pero nunca te ves en un espejo para comprobarlo


Y qué les traemos hoy? Pues dentro de la que podíamos elegir(que es mucho) y con los parámetros que se siguen en esta sección les dejamos con Blame it on Cain ('Échale la culpa a Caín'), un blues 'shufflado' (lo que me gusta inventarme palabras) de estructura simple, pero que funciona como el reloj de Cuco de tu tía Adela gracias a buenos fraseos de guitarra y la energía característica que Elvis Costello imprimía sus canciones. Un derroche de talento en una canción menor que naturalmente fue eclipsada por Alison (a la cual precedía), que para los entusiastas de la paradoja tampoco fue un single muy vendido en principio. La canción, que cuenta con una letra realmente interesante, también nos habla del conocimiento que tenía Elvis de las reglas de la música propiciando un final de canción que sube tanto en decibelios como en ritmo y que recuerda a los gloriosos climax que The Band introduce en muchas de sus canciones.




Probablemente nadie se acuerde muy bien de este tema, Elvis Costello tiene cantidad de ellos (pregunten a mi compañero por Less than Zero, incluido en el mismo My Aim is True), pero es testigo directo del talento de un pequeño genio con pinta de empollón en un momento en el que la soltura con la que escribía temas legendarios ponía en duda esa supuesta teoría actual de que se necesitan 4 años de espera entre disco y disco. Elvis acabó con eso de un plumazo saliendo a disco por año hasta 1984 y manteniendo unas cuotas de calidad que le daría un certificado ISO y un sello de Krusty, ambos pruebas irrefutables de casi cualquier cosa.


Vuestro amigo en el tiempo, Tomás Verlein

P.D.: no me he resistido a ponerles un vídeo tipo "Mundo Viejuno", pero con la canción de la que hablamos. No me digan que no les sale de dentro hacer un doblaje improvisado...


Leer toda la historia y tal…