miércoles, 24 de junio de 2009

El Punk, el Pop y Canadá existen



Tranzmitors - Tranzmitors (2007)



Si usted navega por la internet y escribe en “ese conocido buscador” cualquier palabra con sentido o sin él, concatenando idiomas que uno no es capaz de escuchar ni en los camerinos de Eurovisión seguramente encuentre muchísima más información (donde va a parar) que anotando la palabra Tranzmitors. Un resultado nada halagüeño para empezar a escribir algo sobre este grupo canadiense. Después de mucho pensarlo y estar a punto de rendirme ante la falta de conocimientos pensé en reescribir la historia e inventarme absolutamente todo, lo cual no sería justo para los chavales de primero de la ESO que tuvieran que entregar un trabajo sobre ellos. Finalmente llegué a la conclusión de que la televisión arruinó cualquier vestigio de imaginación para algunos de mi generación y que no me quedaría otro remedio que resumir lo poco leído para goce y disfrute de nuestros queridos lectores o curiosos referentes a este grupo.


Apostaría mis roñosas monedas (pocas) a que las que tengan en sus bolsillos les ha dado lustro algún club de St Jame´s



Los Tranzmitors proceden de esas extensas tierras cuya vecindad con las gentes de los Statesses hace que sus camisas de leñadores y centros comerciales sean el motivo de burla como los son para nosotros los portugueses y sus toallas... o como lo somos nosotros mismos para con el resto de civilizaciones. Aunque muchos no lo crean la escena musical de Vancouver, cercanía o no con el querido Northwest yanki, es mucho más activa que la de Buitrago del Lozoya (por poner un ejemplo al uso), y a diferencia de nuestros amigos de la sierra norte, en esta se apuesta por grupos tremendamente enérgicos y juguetones, e incluso alguno más pastiche como Michael Bublé (alias Michael “Chiclé”). Los seguidores más sibaritas del punk sabrán que es justamente en Vancouver donde se forjaron algunos de sus orgullos punk como los Pointed Sticks, los Bum o los Smugglers; precisamente de estos “contrabandistas” procede el teclista Jarrod O'Dell. Otros grupos de la ciudad como los New Town Animals o The Strike también quedan representados y reunidos en algún momento a principios de este nuestro siglo por los premios Buen Tipo, que cada año concede la Academia Musical Popular No Lucrativa Canadiense (AMPNLC). Bryce Dunn, Jeffie McCloy, Nick Thomas y Mike Flintoff dan fe de su experiencia en tan creativo encuentro de cultura popular y se quedan como la definitiva formación de Tranzmitors.

Para su disco de debut se calzan los trajes mod y un cierto aire de chicos de buena familia afincados en Wilton Crescent Street, ante la negativa de estos muchachos a componer el himno de la selección española de furgol se enfrentaron al duro compromiso de emular la época de los Jam y los años dorados de la imprescindible música del sello Stiff Records. Es precisamente el gran sello inglés el que se fija en ellos y ven la posibilidad de aunar algunos de los grandes sonidos que le hizo ser abanderado de las primeras grabaciones de Punk en Inglaterra a mediados de los setenta, el sonido de la Nueva Ola y un inconfundible diseño gráfico. Dicha discográfica, proporciona al grupo un envoltorio de tan característico esbozo gráfico y la oportunidad de editar las canciones que hoy han llegado a nuestros tímpanos. El resultado no podría ser más acertado, el Punk y el Pop corren por las venas del surco vinílico como si fueran canciones recién sacadas de aquellos frescos años en lo que a creatividad se refiere.

Les recomiendo que no dejen de escuchar a los tranzmitors o lean “Ethan, el Canadiense”, tal vez el mejor libro sobre la organización social de los canadienses.


Si nadie me cree al menos prueben a escucharlo, canciones como “Plastic Genocide” y “Do I Really Wanna Know” o un trallazo como “Is Your Head Hollow” bien merecen una pasada por la cara amable del Punk-Pop (la oscura es la de los grupos musicales de ex jugadores merengues). Otras como “Teen Man”, “Alma Blackwell” o “Everyone Wants to Lose Control” trasladan el sonido a finales de los setenta donde la New Wave empezaba a dar sus primeros coletazos gracias en gran medida a los alumnos de Stiff: Nick Lowe, Elvis Costello e Ian Dury y sus Blockheads. Quizás el tiempo no les siente bien a las inmediatas composiciones de estos cinco vancuveritas, pero a día de hoy son un buen retazo de diversión, casi tanto como mezclar unos litris veraniegos mientras contemplas el devenir de tus compañeros de barrio, cada vez más viejunos y hechos polvo de lo que jamás lo estaría alguien que se sigue calzando unas zapatillas Landia.

contraseña: peluquin
Ante la falta de videos dejamos una actuación de Nick Lowe y el clásico primer single de Stiff Records: So It Goes


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sábado, 20 de junio de 2009

La Semana de..



Iggy Pop

Por si no lo saben, las iguanas son animales de sangre fría, por lo que el verano es su estación favorita (también la mía para viajar en metro, donde todo son ventajas, sobre todo cuando se viaja 15 estaciones sin aire acondicionado). Esta referencia biológica, que tan buenos recuerdos trae a unos admiradores de glúcidos y prótidos como nosotros, nos sirve de excusa perfecta para sacar a la palestra un mini especial sobre este enfant terrible del Rock y el Punk.

Un señor que, pese a haber entregado obras maestras con su grupo en solitario o dado números uno a amigos de pelo oxigenado, sigue en la carretera ofreciendo adrenalíticos conciertos y demostrando que todos los gimnasios del mundo no te mantienen tan en forma como la música. Nosotros hemos seleccionado cuatro momentos de su historia (o la de otros personajes de ficción) que sólo una foto mental podía reunir en un mismo espacio, pero que es gratis aquí, en su bloc favorito. Acoqui:

- La implicación de Ziggy Pop (va por ti Diane) en Trainspotting

- Iggy Pop and the stooges - Raw Power

- Un pedazo de plástico y Iggy en la portada del Time

- Mentiras como puños, verdades como pianos


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Verdades como puños, mentiras como pianos (IX)

1. ¿Es cierto que Iggy Pop y Brian Wilson coincidieron una vez en género y número y además, trataron de grabar una canción?

Nuestro veredicto: Bueno, tranquilicemos a la familia: "Mamá, sí, estoy en el talego, pero estoy bien, aquí me dan tres veces de comer y son todos muy amables, de hecho en las duchas no dejan de prestarme sus pastillas de jabón, aunque luego me hacen gestos que no entiendo bien. Aunque lo que termina de ponerme nervioso es que las toallas que utilizamos ni son portuguesas ni tienen tacto de suavizante". Por cierto, al resto de mi familia les dedico toda clase de improperios, ya que a la pregunta del fiscal: "hay alguien que no mataría al acusado", todos levantaron la mano con sorprendente naturalidad.

Ahora, al lío. Como saben todos ustedes, nos encontramos inmersos en la nave del garaje en busca de las más grandes falacias del mundo musical (les permitimos taparse la nariz para imitar el peculiar acento nasal del narrador de las aventuras del comandante Custeau), así que en un acto de desfachatez sin igual, hemos empleado el conocido y sabio truco de 'sacarnos de la manga' esta anécdota para seguir ilustrando la vida, obra y milagros de nuestro protagonista semanal, el gran Iggy Pop. Mi compañero ya ha probado todo tipo de aparatos para intentar hacerse con la tableta de lavar que Iggy tiene por abdominales, tras pasar por el Jes Extender tampoco lo ha conseguido, pero no sé, yo le noto más seguro, más lozano, con más capacidad de ponerse un niki amarillo y tener a una actriz rubia muy natural como mujer...


iggy pop brian wilson alice cooperBastantes problemas he tenido para meterlos en la misma frase como para pensar que alguna vez coincidieron en el mismo código postal



Como todos los que hayan pasado por la catequesis sabrán, además de comprobar que las mañanas de sábados se pueden emplear para muchas cosas, por ejemplo para aprenderte canciones religiosas cuyas letras olvidas según pones un pie en la calle y que el resto del año sustituyes por lo que te viene en gana. Lo sé, iré al infierno. También te sirve para aprender que el número tres tiene cierta importancia en la relligión católica; por ejemplo la santísima trinidad o los tres milagros que se han de dar para que un santo/a sea elevado a los altares.


Si consideramos que el santo es Iggy Pop (y es mucho considerar), tendríamos que buscar tres milagros: el primero podría ser fácilmente que Iggy coincidiera en los 70 en una fiesta con gente como Alice Cooper, David Crosby o Graham Nash. Fiesta de la que era anfitrión Brian Wilson. Digamos que es milagroso que tanta gente musical (y tan diversa y pintiparada) coincidieran en la mansión de Brian. El segundo milagro bien podría ser que a alguno de ellos se le ocurriera sacar una guitarrita o ponerse al piano para grabar algo juntos. Sucedió, según se dice, no se sabe de quién fue la idea, pero sucedió. Sólo nos faltaría el tercer milagro: que esta rareza estuviera registrada en algún lado, aunque fuera en una cinta VHS de 240 con un partido del Mundial 78 a medio borrar. Pero no tenemos constancia de su existencia, aunque pueden preguntar en la isla donde Jesús Gil y Jimi Hendrix juegan al tute, allí todo es posible.



Aquí, un pedacito de Iggy en acústico. En Barcelona y haciendo versiones suaves...


Porcentaje de certeza
: tipo "por un lado sí, pero por otro no". Por un lado, sabemos que las fiestas de los músicos en los 70 eran puras bacanales donde todo era posible, desde los enanos con bandejas de cocaína de las fiestas de Queen, hasta Lemmy de Motorhead amaneciendo en una playa y comiendo una lata de judías con un peine. Por eso, casi nos creemos este rumor. Por otro lado, Brian Wilson no recuerda nada de esto, pero es algo normal en uno de los músicos con más talento del siglo XX, pero también de vida más disoluta. En los años 70, el bueno de Brian ya comenzaba a tener cada vez menos contacto con la realidad y tener discursos con voces interiores, algo así como como cuando Eduardo Punset se dobla a sí mismo en Redes. Tanto fue así que la supuesta sesión con Iggy acabó con la iguana abandonando toda posibilidad de hacer algo potable (tras tres horas esperando a que Brian no cambiara de melodía al piano cada diez segundos) y soltando una frase tan gloriosa como "esto es demasiado extraño, incluso para mí".


Nada más amigos, con esto terminamos nuestra semana dedicada a Iggy Pop. Se despide su amigo Tomás desde su celda, aunque creo que no dudaré mucho aquí, ya que un tal Red me ha conseguido un martillo de gemas, así que he pensado en hacer un túnel con él y taparlo todo con un póster de Scarlett Johansson. Es una idea familiar, seguro que la vi en alguna teletienda. Eso sí, antes de irme dejaré en la pared una firma que espera que se expanda como un rumor en un colegio americano: "Que vuelva su enanísima".


Vuestro amigo en el tiempo, Tomás Verlein.
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martes, 16 de junio de 2009

7´´, 45 r.p.m. y un pequeño trozo plástico: Iggy Pop


The Passenger / Shake Appeal (1989????)


Casi terminamos pero continuamos con nuestro periplo del señor Pop. Llevamos una semana tan involucrados con este tío que Tomás a decidido bajar a la calle con unos pantalones ceñidos y sin camiseta, obviamente ha sido detenido por escándalo público y ya se encuentra en el talego, donde le han dejado un lápiz con mina sin plomo de 95 octanos para que entre ducha y ducha pueda escribir su próximo artículo. Un servidor ha optado por la vía del culto al cuerpo, tras el fallido intento con la bicicleta estática Spinning (donde comprobé de primera mano que incluso el portabidón es muy parecido al del resto de velocípedos) lo intenté con la tabla de abdominales, mala idea al comparar luego mi tripa con la del señor Osterberg.



Nótese que no hablo mucho del single a propósito. Su información es escasa, ni tan siquiera es seguro su año de publicación (calendario gregoriano, ayúdame), salvo que es una rara avis con una portada muy curiosa en la que Iggy es el protagonista de la revista Time, donde cuenta en exclusiva su verdadero romance con Marilyn o aporta sugestivas declaraciones como “No soy un santo”. La grabación en cuestión tiene dos canciones en directo, The Passenger y la comentada en el último post sobre Raw Power, Shake Appeal; seguramente grabadas en alguna sala de conciertos entre Europa, Estados Unidos, Canadá, Asia o zonas puntuales de Oceanía. El sonido es absolutamente nefasto pero tanto el nombre del sello, Erection, como su explícito logo bien mereció su compra.

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Pincha & hazte Pasajero

Os dejamos con una de las más famosas actuaciones de la Iguana, si hacen lo mismo que él delante del espejo se sentirán mejor que Demi Moore en Estriptis.


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domingo, 7 de junio de 2009

Ráfagas de ametralladora de parte de la iguana


Iggy Pop and The Stooges - Raw Power (1973)



En este mundo incierto donde, a la mínima, nos dan la vuelta al mapa (como bien sabe CJ Gregg, la mejor secretaria de prensa ficticia de los EE.UU.), resulta reconfortante comprobar que ciertas cosas que permanecen inmutables, así al hecho de que Florentino Pérez no ha cambiado ni un ápice en 9 años (parece mentira que siga con aquello de "los mejores jugadores del mundo"), hay que añadir que los infantes en edad escolar siguen haciendo trabajos en grupo para la institución encargada de su educación (y no me refiero a la tele). Por si no han tenido la suerte de disfrutar de esta actividad, les pongo las tres posibles resoluciones ante el trabajo en comandita:

1) El trabajo se realiza codo con codo, todo el mundo aporta y tal acto de concordia provoca que el plomo se transforme en oro a instancia de parte (yo este caso no lo he vivido).

2) Que uno del grupo se encargue de hacer el trabajo, mientras el resto se da cuenta de que pueden escaquearse sin problemas dejando el marrón al primer lebrel aduciendo extrañísimas excusas (como visitas de inspectores del gas, luz y teléfono el mismo día).


Iggy Pop and the stoogesTodos los presentes en la foto fueron candidatos a aparecer en una tertulia de María Teresa Campos, las razones de que no ocurriera se desconocen de momento.




3) Que haya dos mentes pensantes, cada una con una idea poderosa de cómo llevar a buen puerto el trabajo y que ninguna ceda ni un ápice, llegando a crear un ambiente de distensión que ni en los mejores momentos de la guerra fría. Lo más normal en ese caso es que cada uno presente su trabajo y ambos coexistan en el universo sin alterar el continuo espacio-tiempo. O quizás no ocurre así, pero a mí me viene de perlas para hacer la introducción del disco (apuesten por eso).

Y es que hablamos de Raw Power, el disco cuya mezcla suscita tertulias en los foros de medio mundo. Por resumir, existen dos versiones de la mezcla: una más rasposa hecha por James Newell Osterberg, Jr. y, otra, algo más suave realizada por David Robert Jones, conocidos por todos como Iggy Pop y David Bowie. Juntos y revueltos grabaron el que supuso último disco de los Stooges hasta ese momento, grupo que podía volverte los párpados del revés mediante descargas adrenalíticas de rock puntiagudo, protopunk o como les guste llamarlo.

La carrera de Iggy Pop and The Stooges no había sido un camino de rosas hasta ese momento: adelantados a su tiempo, tuvieron que esperar para ser realmente considerados como los padres del punk, eso no les reportó beneficio alguno, pero tampoco es que a Iggy le importara mucho, que ya llevaba unos añitos demostrando que sólo él y unos pocos elegidos (incluyan en esa lista a José Luis Rodríguez -El Puma-) podían derrochar tal magma de fuerza en el escenario, dejando el 'darlo todo en el campo' de los futbolistas en una vacua promesa de portarse bien cuando tienes cuatro años. En esto, los fracasos comerciales de los dos anteriores discos habían condenado al grupo al ostracismo, si no llega ser por al agencia de managers que llevaba la carrera de Bowie y que contrató a Pop. Años antes de que estos dos compartieran gustos, aficiones y, hasta puede que edredón nórdico, el destino les unía. Iggy no sabía en esos momentos que David iba a estar al frente de la mesa de mezclas, pero por si acaso ya estaba acostumbrado a los productores raritos (el primer y homónimo disco de los Stooges estuvo producido por John Cale; ya saben el genio de la viola, los jerséis de cuello vuelto y la famosa actitud a la que da nombre).


Iggy Pop and the stoogesFoto patrocinada por la federación española de quiroprácticos


Instalados en Londres y con los Stooges reforzados con la guitarra de James Williamson y la vuelta al bajo (antes fue guitarrista) del recientemente fallecido Ron Asheton, el grupo comenzó a ensayar y grabar lo que Iggy quería que fuera el disco más ruidoso de la historia, con guitarras como motosierras oxidadas y baterías que reflejasen la rabia acumulada. Lógicamente la cosa no podía llamarse de otra manera que Raw Power (poder crudo).

Como ya sabemos, la masterización del álbum tuvo su miga. La agencia de Pop puso el dinero para que Iggy hiciera su disco, pero la primera mezcla del propio Iggy (con los instrumentos en un canal aullando a todo trapo y en otro las voces) no convenció a los mandamases quienes confiaron en Bowie. Éste, suavizó las cosas, dejando los niveles de ruido en algo más aceptable para el público. Lo que irritó sobremanera a la iguana, quien intentó por todos los medios que se conservara su mezcla y que no pudo desquitarse hasta que la Columbia no le pidió que retomara su mezcla para la reedición del disco en CD. Lo curioso del caso es que en 2006, la misma Columbia, sacó una edición en vinilo de 180 gramos que sí conservaba la mezcla de Bowie y que, por arte de birle y birloque, también coincidía en el mercado con una versión pirata de la mezcla de Iggy (llamada Rough Power), sacada a la luz por incondicionales de la iguana y en cuya contraportada existe un sello que explica que nos encontramos ante algo libre de las manos de Bowie.

Después de este galimatías, podemos ir a lo importante: cómo suena. Decir que pocos discos comienzan de una manera tan apabullante como éste, con 'Search and Destroy', poderoso lamento de socorro que deja bien claro que el álbum no te llega, se abalanza sobre ti. No hay riff inicial, ninguna casilla de salida, sólo un ritmo trepidante que bien podría ser un símil de un rotor de helicóptero, fraseos de guitarra que funcionan como ametralladoras y la voz de Iggy, ansioso y urgente narrador de una guerra en primera persona ( 'I'm a street walking cheetah With a heart full of napalm'). Por supuesto, no creo que haga falta comentar que nos referimos a la guerra de los Rose. Es una canción tan tremenda que está permitido volverse un tarado y moverse hasta convertirse en el señor Mcmazo, el del brazo donde la pierna y la pierna donde el brazo. Música del averno tocada por los cuatro jinetes del apocalipsis y, lo peor: nos encanta.


Iggy Pop and the stoogesContraportada del Rough Power, con el sello de la sagrada y mística sociedad de los no-Bowies.


Todo parece relajarse un poco con 'Gimmie Danger'. Lo que empieza con un tono sombrío, parecido a unos Doors más puestos en ácido que nunca, termina con un solo de Williamson acompañado por la voz de Iggy a modo de mantra. Es una pausa antes del desenfreno de salvajadas como 'Your Pretty Face is Going To Hell' y su bajo tocado a martillazos. En todas las canciones hay la sensación de que algo va a explotar, no se sabe si serás tú o lo que te rodea. Sensación que se repite en 'Penetration', gracias a su riff de guitarra, unas débiles notas de Fender Rhodes (o un xilófono) y unos coros fantasmales como ornamento. Aquí, Iggy alcanza cotas de depravación a las que sólo puedo acercarme yo con una tableta de chocolate negro en la soledad de mi casa. Hay de todo: jadeos, gorgoritos, suspiros, todo con la voz de lija del señor Pop, que se convierte un maníaco sexual sin mencionar la palabra sexo ni una sola vez.

La siguiente carga de mortero es 'Raw power', o la visión del rock de los 50 de Iggy, una ráfaga de poder que suena estruendosa y que justifica una visita al otorrino: nunca utilizar trompetilla fue tan satisfactorio. Volvemos a bajar el volumen adrenalítico con la canción que podría servir de presentación a Sick Boy; 'I need somebody'; elegante y sinuosa, es capaz de mostrar el crooner fibroso que Iggy siempre fue. Si después de escuchar esto empiezas a establecer verdades absolutas sobre películas de James Bond, no desesperen, es el efecto Sick Boy.



El disco termina como empezó: tenso y visceral, un chute de zolopino a través de nuestras orejas llamado 'Shake appel': que entre alaridos de Iggy y guitarras ensordecedoras nos da muestras de su calidad como letrista y sus superioridad casi inigualable como intérprete. Después sólo resta 'Death trip', que incide en todos los detalles antes mencionados, pecando quizás de algo repetitiva.

Esta bestia parda de 8 canciones obtuvo poco reconocimiento en 1973, lo que fue del todo injusto Si dijéramos tres características que tendría que tener un disco perfecto, Raw Power las cumpliría de sobra y añade otras más de propina. Mucho se ha hablado de la masterización (sobre cuál es la más fiel o adecuada). En Garajeland creemos que cualquiera de las dos te va a hacer pasar un buen rato. La diferencia está en cómo prefieras tomarte el Don solomillón: si con albóndigas de beber o sin ellas.


Vuestro amigo en el tiempo, Tomás Verléin


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martes, 2 de junio de 2009

Cortinilla de Estrellas: Mark Renton y Lust For Life de Iggy Pop

Tommy: "¡Inútil hijo de perra!... ¡Así me llamó la tía! O yo, o Iggy Pop, tú decides."

Mark Renton es, digamos, un pequeño aficionado a la heroína y a los pequeños placeres de un recetario de la Seguridad Social. Spud es un gran aficionado a ciertas vitaminas que auguran un fluido lenguaje vocal pero no corporal. Sick Boy podría hablar largo y tendido sobre Sean Connery, y es capaz de relacionar a éste con la carrera en solitario de Lou Reed (simplemente caca). Ambos tres se ponen en forma mientras corren al ritmo de Lust For Life perseguidos por estirados vigilantes de seguridad del Simago de Edimburgo. Del otro lado está Tommy, el verdadero fan de ese icono oxigenado llamado Iggy Pop, un supuesto chico sano cuyo principal lema nunca sería la lujuriosa vida del genio de Detroit. También está Begbie, pero es un puto psicópata.

Momento cumbre de una conversación que todo hombre debería tener: Hablar de fútbol


El destino hizo en Trainspotting que Tommy, un chico sanote, alma de un equipo de fútbol repleto de leñeros y un portero tan tarado como Paco Buyo; un chico sencillo, rubiales y bondadoso cuya mayor afición es simplemente la de zumbar con su novia se convierta en el principal fan de un personaje como Iggy, que se mutilaba en los conciertos, se bebió hasta el agua de los floreros y que seguramente su paso por Escocia fue para saludar a algún amigo esquivajabones, mortal enemigo para la gente de Edimburgo, que vivían a principios de los años ochenta la mayor plaga de Sida de toda Europa.

Sick Boy analizando la carrera en solitario de Lou Reed y Frankie Begbie tiene gusa

Por su parte Renton decide buscar refugio en Londres a salvo (o no) de la presencia de un tipo de los que no se calientan fácilmente como es Frankie Begbie. Muy conocido (puesto que ya hablamos aquí de él) es el retiro espiritual y voluntario de Iggy en Berlín, desenganchándose de toda sustancia química que pudiera tener una botella de Micolor. Allí se ocupó junto a Bowie (en proceso además de recuperar algo de tono en su epidermis) de ir a comprar juntos a la farmacia y de grabar el debut en solitario de la Iguana. Un álbum que esconde joyas como la socarrona “Fall In Love With Me”, ese viaje que nos pone más que viajar en un avión junto a Melendi, “The Passenger”; la pegajosa y pegadiza cual clorometiazol “Tonight” o ese toque pop disfrazado de chulería e ironía llamado “Success”. Por estas cosas por el estilo, Tommy idolatra a Iggy, hasta tal punto que una mala colocación de una cinta de video y dejar colgada a la novia por un concierto en el que la entrada ya estaba pagada le deja más tirado que los votantes de Eurovisión a Soraya. Caído en la oscura depresión, con la inestimable ayuda de Rents, Tommy terminaría su andadura por toxoplasmosis, enganchado a todo lo que se pudieron quitar Bowie e Iggy en las sesiones de grabación Berlinesas y con un triste final para la única persona sincera de toda la película.

¿De verdad nadie ha tenido un amigo con un poster de Raw Power y una pelota de plástico para jugar en su casa?

Aunque Diane y algún joven más piense que Iggy Pop está muerto, no lo está, seguramente es un auténtico milagro de la naturaleza que siga vivo (o eso pensamos muchos). Publica discos de vez en cuando, aunque ya no lleguen al nivel de Lust For Life, e incluso hay gente que asegura que le vio vivo en su última gira con los Stooges. Mark Renton también sigue vivo, pasó un tiempo en Amsterdam después de darle el palo a sus supuestos colegas. Frankie Begbie ha salido de la cárcel, y corre el fundado rumor de que le tiene ganas, tendrá que andarse con ojo.

servidor: rapidshare. contraseña: peluquin

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